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Entrevista:

"Madrid es como un pequeño Nueva York"

Es un hombre orquesta, pero su último disco se llama Piano solo y quiere presentarlo así. Con la única compañía del instrumento que más cuesta subir a un escenario de, cuantos sabe manejar, incluida la liviana flauta a cuya enseñanza se dedicó durante un tiempo. Además de estrenar en la sala San Pol un musical para niños llamado Los músicos de Bremen, afronta con los nervios justos sus tres conciertos en un teatro madrileño. Los despliega en uno de esos escenarios que crecen fuera del circuito comercial y alimentan la imagen elitista que arrastran las etiquetas nuevas músicas; saco donde, según los recientes Premios de la Música, lo mismo cabe Tete Montoliú que Radio Tarifa o Santi Vega (Vitoria, 1961), la terna nominada.Pregunta. ¿Nueva música equivale a música difícil?

Respuesta. No tiene por qué. La música, toda, tiene que recuperar la normalidad, la espontaneidad e incluso el arte.

P. ¿El pop y el rock lo han perdido?

R. Todo funciona demasiado al ritmo del mercado, el dinero, los superconciertos y las supergalas. Entre tanta oferta, el arte se disuelve.

P. Deduzco que usted, voluntariamente, escoge algo más modesto.

R. Sí, lo mío es una historia pequeñita, pero prefiero hacer tres o cuatro cosas libremente, aunque sea para 100 personas. Lo que no significa que los grandes montajes tengan menos calidad. Lo difícil es mantenerse fiel a uno mismo y a la vez seguir observando las leyes de bronce del mercado.

P. En el, 92 actuó usted en Madrid junto a John Cale.

R. Fui su telonero. Al terminar me acerqué por curiosidad a su piano y vi manchas de sangre. Se había dejado las manos. Nunca lo olvidaré.

P. Usted se define vasco de nacimiento y madrileño de costumbres.

R. Exacto. En Madrid está todo. Es una especie de Nueva York en pequeño, una mezcla total. El lugar donde más trabajo encuentras. Además, es una ciudad muy abierta y cualquiera se siente cómodo. Es fácil formar equipos, ocurren muchas cosas a la vez y hay gente trabajando en todas direcciones. Ahora, por diversas razones, especialmente la presupuestaria, estoy solo. Pero me gusta mucho trabajar en grupo y así lo he hecho.

P. ¿Incluso gratis?

R. Gratis del todo no siempre es posible, pero si un proyecto me interesa me implico hasta el final.

P. Usted no gana demasiado dinero con su música.

R. Con la música no, componiendo bandas sonoras sí. Es un trabajo agradecido si consigues que la idea del director sea compatible con tu forma de trabajar y te permita componer libremente. En eso me considero muy afortunado. Las incursiones en teatro, cine o televisión te enseñan mucho. Haces que tu trabajo se dirija a otros sentidos además del oído. Están los ojos, está el corazón.

Santi Vega en concierto, hoy 19 de abril. Teatro Pradillo. Calle Pradillo, 12, a las 22.00 horas. 1.500 pesetas.

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