_
_
_
_

Una de las dos pistolas usadas contra el funcionario Baeza fue la que mató al socialista Fernando Múgica

Aurora Intxausti

Una de las dos pistolas que utilizó el comando de ETA que atentó el pasado miércoles contra el funcionario de prisiones Juan José Baeza fue la empleada en 1996 para acabar con la vida del abogado socialista Fernando Múgica Herzog, según fuentes del departamento vasco de Interior. Baeza, que evoluciona favorablemente de su herida, sólo fue alcanzado por una de las ocho balas que dispararon los etarras. En los próximos días abandonará el hospital. Su intención es marcharse a vivir fuera del País Vasco, a cuyos efectos ha solicitado que se gestione su traslado del centro penitenciario de Martutene, en el que llevaba dos años trabajando.Cinco de las ocho balas encontradas por la Ertzaintza en el polígono Olibet, de Rentería (Guipúzcoa), donde fue atacado Baeza, fueron percutidas con el mismo arma que el 6 de febrero de 1996 utilizó, según la policía, Xabier García Gaztelu, miembro del comando Donostia, para asesinar a Múgica en San Sebastián. García Gaztelu estuvo acompañado en esta acción por Valentín Lasarte, quien se encuentra en prisión. Las otras tres balas fueron disparadas con una pistola del calibre 22 -poco habitual en ETA- que, según los análisis, no había sido utilizada hasta el momento, es decir que estaba limpia.

Baeza se dirigía a su casa a las 15.20 horas del miércoles cuando vio a dos individuos que se acercaban a él de frente y que le infundieron sospechas. Según ha relatado a sus familiares, se encontraba a un par de metros de distancia de ellos cuando oyó que uno daba al otro la orden de disparar. Uno de los activistas, de acuerdo con la descripción facilitada por Baeza y uno de los testigos del suceso, es alto y fuerte, tiene el pelo rizado, lleva bigote y usa gafas. Sin embargo, la policía cree que estos últimos detalles eran postizos: un disfraz como los que emplearon los terroristas en los recientes asesinatos de los empresarios Isidro Usabiaga y Patxi Arratibel. El primer disparo alcanzó a Baeza en el cuello. Los siguientes erraron porque pudo huir corriendo en zig-zag y agazapándose entre los coches.

La policía cree que quienes dispararon contra Baeza pueden formar parte de un comando legal (no fichado), un grupo de apoyo al comando Donostia con escasa experiencia en el manejo de armas. Según fuentes de Interior, sin embargo, es "poco frecuente" que los miembros de ETA se intercambien las armas, por lo que García Gaztelu podría haber intervenido en el atentado. Los investigadores también sospechan que puede haber participado en él una tercera persona, que habría estado esperando a sus compañeros en un vehículo.

Los miembros liberados (con sueldo) del comando Donosti son, según la policía, Xabier García Gaztelu, Irantzu Gallastegi y José Luis Geresta Mujika. Los legales, Ohiane Errazkin, Alberto Rey Domerck y Ekain Ruiz Ibarguren. La identificación de todos ellos se produjo después del asesinato, en marzo, del psicólogo de Martutene, Francisco Javier Gómez Elósegui. En esa acción fue detenido Fernando Elejalde Tapia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_