Ley de espectáculos
Ante la polémica que va desatando la futura ley de espectáculos públicos y establecimientos de pública concurrencia que auspicia el Gobierno autonómico, se publican cartas como la de hace unos días, titulada Bares y firmada por dos presidentes vecinales, a la que desearíamos dar esta corta respuesta.La misiva cuyo encabezamiento es Bares, firmada por Carlos González y Carmen Pernia -presidentes de asociaciones de vecinos de Madrid-, podría ser materia susceptible de querella, pues, y ahí es nada, directamente y sin sonrojo, acusa a los bares de copas de ser los causantes de la delincuencia, tráfico de drogas, alcoholismo juvenil y degradación ambiental. ¿Por qué no del terrorismo y de la muerte de Manolete, ahora que sabemos que el culpable no sólo fue Islero?
Pueden estar tranquilos. No los vamos a demandar, ya estamos acostumbrados a estas campañas goebbelianas tendentes al descrédito de un sector mayoritariamente responsable.
La carta da escalofrío por el tufillo de "todos en casita, todos controlados, etcétera", más propio de 1984, de Orwell, que del normal desenvolvimiento sociológico de este país, y además están muy mal informados, porque todo el mundo conoce el "abusivo" horario actual hasta las 2.30 los fines de semana, y respecto a Europa, hay varios países con una movida más amplia que en España.
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