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El Instituto Monetario Europeo cree que el paro es estructural y no se reducirá sólo con crecimiento

El Instituto Monetario Europeo (IME), en su informe anual sobre 1996, publicado ayer en Francfort, advierte de la necesidad de "un alto grado de convergencia sostenible" ante la proximidad de la tercera fase de la unión monetaria. Al mismo tiempo, embrión del futuro banco central de los Quince considera que "el paro de la UE es de naturaleza estructural, más que cíclica". En una referencia muy breve a España, el instituto llama la atención sobre el crecimiento de la deuda pública en los últimos meses, hasta alcanzar el pasado otoño el 69,3% del Producto Interior Bruto (PIB).

Escribe el informe que para alcanzar este criterio de convergencia de la deuda "las revisiones más importantes" deberán hacerlas España, Irlanda, Austria y Finlandia.No contiene grandes hallazgos el informe anual del IME. Se trata más bien de una recopilación de posiciones ante la unión monetaria, repetidas hasta la saciedad en los últimos meses.

El dato que podía despertar más curiosidad, el estado actual del cumplimiento de los criterios de convergencia por los países aspirantes a superar la prueba de selectividad, se puede definir como café frío. La clasificación para jugar en la llamada primera división europea se basa en datos del pasado noviembre y carecen ya de la menor validez.

Al referirse a los "condicionamientos económicos, monetarios y financieros en la UE", el informe constata que "la reanudación del crecimiento del PIB en el curso del año no fue suficiente para contrarrestar los efectos de la caída que empezó a finales de 1995 y continuó al inicio de 1996, por. lo que el crecimiento fue significativamente, inferior al del año anterior".

A continuación, afronta el informe el problema del paro, que no figura entre los criterios de convergencia y los organismos europeos consideran objeto de las políticas nacionales. El informe destaca el hecho de que "con un moderado crecimiento del PIB, el empleo no subió en la mayoría de los Estados miembros.

La tasa de paro para el conjunto de la UE disminuyó ligeramente durante la primera mitad de 1996, pero se situó por encima del 11% al final de año". Esto permite al IME llegar a una conclusión: "Parece claro que la mayor parte del paro de la UE es de naturaleza estructural, más que cíclica".

Este carácter del paro provoca, según el IME, que no baste el crecimiento del PIB para reducir la tasa de desempleo. Por eso, recomienda varias medidas, que ya empiezan a sonar a manual: reducción de las rigideces estructurales en los mercados de trabajo (y bienes) y moderación salarial continuada.

Según el IME, las medidas adoptadas en este sentido son todavía demasiado marginales y no permiten extraer conclusiones significativas sobre su eficacia, "incluso en aquellos países donde se han adoptado medidas significativas, es necesario un mayor horizonte temporal para poder evaluar con precisión los efectos de las reformas".

Inflación controlada

Destaca el IME la favorable evolución de los precios en la UE. La inflación del conjunto disminuyó hasta el 2,6% el año pasado, frente al 3,1 % de 1995, "el mayor logro en un contexto histórico". En cambio, constata la disminución del déficit presupuestario desde el máximo alcanzado en 1993, aunque en 1996 la media de la UE se mueve todavía por encima del 4%.

Como un disco rayado, insite a cada paso el IME en "el requisita esencial de alcanzar un alto grado de convergencia sostenible", porque "esto es aún más importante en la medida en que los agentes están comenzando a mirar más allá del año 1999 y a formar expectativas sobre los probables acontecmientos a largo plazo del área euro".

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