Sainz se queda sin opción el primer día

Tardaron poco en confirmarse las sospechas y la incompetencia del Ford Escort número 5 privó a Carlos Sainz de desempeñar papel protagonista en la etapa inicial del Rally Cataluña. Después de los seis primeros tramos cronometrados (115 kilómetros), el piloto español tuvo que conformarse, y no por su culpa, con una discreta quinta posición en la general, a casi un minuto del líder, el escocés Colin McRae (Subaru). Apenas saboreada la carrera, ya está claro que las posibilidades de Sainz de pelear por el triunfo son remotas. Su coche no va.Ayer fueron los frenos los que destruyeron la poca esperanza del madrileño. No hubo nada que hacer para alegrar el día a los miles de aficionados que se volcaron en las cunetas de media Cataluña. Con un vehículo que no empuja en la aceleración -el motor sigue siendo un desastre- y que cuesta de parar cuando llegan las curvas, Sainz se ha convertido casi en un observador más de un rally tan importante para él.

"No hay nada que hacer", reconoció el doble campeón mundial. "Para esta carrera no hay solución, pero tenemos que trabajar para el futuro". Su copiloto, Luis Moya, fue más explícito: "No tenemos coche para competir contra Mitsubishi y Subaru", comentó. Precisamente los representantes de esas dos marcas ocupaban anoche las tres primeras posiciones. El liderato era de McRae, con su compañero, el italiano Piero Liatti, en segundo lugar a apenas un segundo y con el actual campeón y líder del mundial, el finlandés Tommi Makinen, tercero a 12.

Sin embargo, los dos equipos más poderosos conocieron ayer un yugo inesperado. Durante muchos kilómetros se vieron sorprendentemente sometidos por los Peugeot 306 de los franceses François Delecour y Gilles Panizzi, y sólo el infortunio de éstos al final permitió que la situación volviera al cauce habitual.