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Entrevista:

"Mi rock era adúltero y ahora está llegando a la adultez"

El señor Ríos ha llegado con su espectáculo a la ciudad del Manzanares. Acaba de empezar esta minigira por diez ciudades con un concierto diferente: con una big band, una forma peculiar de celebrar sus 35 años en la música. Los sonidos del swing y del blues se rendirán hoy a sus pies en Madrid, ciudad que quiere a rabiar, después de Granada. Todo es, dice, como si volviera a empezar.Pregunta. Son 35 años con la música, 53 en total. ¿Es una cuestión de baile de cifras?

Respuesta. ¡Es un mágico capicúa! Siempre que voy, por ejemplo, por la carretera, me fijo especialmente en los capicúas. No sé, el kilómetro 313 o el 222. Me atraen... Y este combinado de 35 y 53 no creo que vuelva a darse en mi vida. ¡El último capicúa!

P. ¡Pero usted ya decía en el 79 que los viejos rockeros nunca mueren!

R. Claro, claro.

P. ¿Por qué ahora su sueño es cantar con una big band?

R. Es volver a los sonidos naturales. Un regalo para mí y para la gente que me ha seguido.

P. ¿Su rock es ya adulto?

R. Era adúltero y está llegando a la adultez (risas). Me ha gustado mucho vivir mis edades. Todo ha sido a base de impulsos, y ahora sí, mi música es mucho más adulta.

P. En realidad, el primer impulso lo debió recibir en el departamento de discos donde trabajaba en unos grandes almacenes.

R. Y antes cantaba en mi casa, en el colegio, era un niño cantor...

P. ¿Otro pequeño ruiseñor?

R. No, no, que yo tenía más altura (risas). Pero sí, la tienda me permitió tener entre manos un disco de Chuck Berry o Elvis Presley.

P. ¿A qué le dedicaría un himno ahora?

R. Más que un himno, una canción: al entendimiento entre los seres humanos. Creo que esta materia necesita todavía muchas canciones.

P. Viernes 11 de abril, Madrid. Por cierto, dice el calendario que es el día de Nuestra Señora del Milagro.

R. ¡Hombre!, nunca viene mal una ayudita.... Nuestro milagro es que la gente del público relaje el rictus y se le ponga esa cara bobalicona que todavía me sorprende mucho.

P. Su corazón está en Granada, nadie lo duda, pero en Madrid ya lleva también años, no sé si capicúas...

R. ¡He vivido aquí más tiempo que allí! Exactamente desde agosto de 1961. Me acuerdo que no había nadie en ningún sitio, ni por la calle.

P. Vuelvo a Granada es una canción que usted le ha regalado a esa ciudad. ¿Podría ser tan generoso con Madrid?

R. Todo es tan grande aquí que aquel guiño aquí hubiera pasado inadvertido, pero a ver si se me ocurre una buena idea y ahora me dedico un poco. Ya está: para una ONG para Madrid, a ver si la hacen...

Miguel Ríos, en concierto con la Big Band. Hoy a las 22.00. Palacio de Exposiciones y Congresos. 2.000 y 2.800 pesetas.

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