El PP tilda de arrogante a Pujol y le recuerda que está en minoría

Al Partido Popular (PP) no le gustó nada que el presidente de la Generalitat y de Convergència Democrática de Catalunya (CDC), Jordi Pujol, se vanagloriara el sábado de haberle hecho "pasar por el aro" como antes había hecho con el PSOE. El presidente del PP en Cataluña, Alberto Fernández, calificó ayer de "arrogancia" la actitud de Jordi Pujol y le recordó que el Gobierno que preside está en minoría en el Parlament, por lo que debe adoptar una actitud de diálogo.

Tras haber superado la enésima crisis con sus socios de Unió Democrática, Pujol se ha lanzado a marcar las diferencias con el PP y ayer reiteró que el pacto con éste ha sido posible sólo porque ha asumido aspectos decisivos del programa de los nacionalistas.Además de considerar "desafortunadas e injustificadas" las palabras de Pujol, Alberto Fernández recordó al presidente catalán que la situación negociadora en que se halla el PP es distinta, según él, a la que tenía el PSOE cuando CiU sostenía al Gobierno de Felipe González. La diferencia estriba, afirmó Fernández, en que "Pujol tenía entonces mayoría absoluta en Cataluña y ahora no".

El ex presidente del PP catalán, Aleix Vidal-Quadras, se sumó a las críticas contra Pujol, y afirmó que su comportamiento es "descortés, prepotente y grosero". Vidal-Quadras intentó explicarse el por qué de la actitud de Pujol y opinó que sería "el colmo de la mezquindad coyunturalista" que Pujol tuviera celos de los éxitos conseguidos por el PNV en sus negociaciones con el Gobierno.

Pujol continuó ayer con las reflexiones públicas de los últimos días sobre la situación política, cargadas de mensajes ambivalentes. Ayer, en una fiesta de la organización local de su partido en Barcelona, defendió la política de influencia y compromiso del centro-derecha nacionalista en la política española seguida por su partido desde los inicios de la transición. Pero adelantó que se acerca la hora de hacer un balance de esta ya larga etapa de intervención.

Entre los éxitos de esta política incluyó el haber logrado que el PP abandonara su actitud respecto a la lengua catalana, al modelo policial catalán y de haberle obligado a comprometerse a fondo con la opción más europeísta.

A cuenta de lo que considera reticencias centralistas o obstáculos que surjen en las negociaciones con el PP, cargó Pujol la eventualidad de un anticipo de las elecciones autonómicas. Aunque acompañó este aviso -ayer, por cuarto día- con solemnes expresiones de su voluntad de agotar la legislatura.