Deportivo, Atlético y Real Madrid están dispuestos a rebelarse contra la Federación

Varios clubes de Primera División han reiniciado una campaña de rebelión contra la federación de fútbol. Sus cabecillas son los presidentes del Deportivo, Atlético de Madrid y Real Madrid, Augusto César Lendoiro y Lorenzo Sanz, respectivamente. Lendoiro, inhabilítado por la FIFA, y Gil, con un expediente a sus espaldas, han hecho un llamamiento a los clubes de la Liga Profesional para que se unan a su cruzada de abandonar la federación.

"Todos los clubes deberíamos salimos de la federación y crear una Liga independiente", fue el recado del presidente del Deportivo después de que la semana pasada la FIFA ratificara su inhabilitación hasta junio de 1998 por recurrir a los tribunales ordinarios el cierre de su campo de Riazor, lo que tiene prohibido el máximo organismo del fútbol mundial. Otro presidente, el del Sporting, José Fernández, reconoció: "Separarse de la federación, dicho así, suena muy bien, a revolución, pero la eficacia hay que llevarla a la práctica".El intento de acoso y derribo federativo siguió días después cuando el presidente del Madrid anunció que estaba dispuesto a dejar la federación, de la que es directivo, al rechazar su solicitud de aplazar el partido contra el Tenerife por las numerosas bajas del equipo. El Madrid consideró la decisión como un "agravio comparativo" después de que la federación permitiera al Betis y al Atlético suspender sus partidos en Gijón y Tenerife por motivos similares.

Jesús Gil culminó ayer su persecución federativa con una carta a los presidentes de Primera División en la que les pide se conjuren en contra de Villar. Gil tiene abierto desde hace dos semanas un expediente por acusar a la federación de "corrupción y mafia" y llamar a Alfredo Flórez, presidente del Comité de Competición, "ratero, miserable y sinvergüenza". La federación contrató los servicios del gabinete jurídico Gómez Acebo para presentar contra Gil una querella por calumnias.

Gil, en su carta, pide a los 21 presidentes de los clubes, nueve de los cuales son directivos de Villar -Athletic, Sporting, Valladolid, Barcelona [su vicepresidente Joan Gaspart], Sevilla, Espanyol, Valencia, Madrid y Zaragoza- que se expresen el próximo viernes contra un organismo [la federación) que "pretende hacer desaparecer la Liga Profesional". La junta directiva de la federación tiene previsto tratar el viernes sus propuestas de modificación de la Ley del Deporte, entre ellas figura la desaparición de la Liga Profesional para integrarla en el seno federativo.

El presidente del Atlético considera que los dirigente federativos pretenden controlar hasta los contratos televisivos y que no atienden a problemas graves como "Ia selección, el arbitraje, que utilizan como chantaje, los comités como vergüenza nacional... La selección es una auténtica vergüenza, aportamos los jugadores y ellos obtienen grandes beneficios para destinarlos a lo que todos sabemos y evitar ajustarse, como demostraremos, a los presupuestos del Estado, obteniendo los extras suficientes para vivir mejor".

El presidente de la Liga, Antonio Baró, ha invitado a cenar el jueves a los presidentes que son directivos de Villar para adoptar una postura uniforme. "En las últimas asambleas de los clubes varios dirigentes se plantearon dejar la junta de Villar", según fuentes de la Liga. El presidente del Sporting, aseguró ayer: "Poco podemos hacer. Somos minoría [Villar cuenta con 26 directivos]. Vamos, como casi siempre, de oyentes".

"La federación", anunció su secretario general Gerardo González "se ha pintado las manos de blanco ante este terrorismo deportivo". González anticipó que "la federación es una institución de derecho privado y con sus ingresos puede disponer como quiera". También adelantó que en la reunión no se va a pedir a los directivos ningún tipo de respaldo. "Nos vamos a limitar a indicar en qué juzgado se han presentado las diferentes querellas y a entregar los expedientes por los que se aplazaron unos partidos y otros no".

La federación también estudia presentar un demanda de protección al honor contra el El Larguero de la SER.