"No quería hacer una película nostálgica, sino melancólica", dice José García Sánchez
Liberto Rabal se estrena como protagonista en 'Tranvía a la Malvarrosa'
Manuel Vicent describía su novela Tranvía a la Malvarrosa (Alfaguara) como "un retablo de sensaciones", un fresco de los olores, humores y vivencias de un joven en la Valencia de los años cincuenta. El director José Luis García Sánchez ha intentado ser fiel a este espíritu y la ciudad levantina se convierte en coprotagonista, junto al novel Liberto Rabal, de la película homónima basada en la novela de Vicent. "No quería hacer una película nostálgica, sino melancólica", indicó ayer García Sánchez en la presentación en Barcelona de Tranvía a la Malvarrosa, filme que se estrenó el pasado 21 de marzo en Valencia y que a partir del próximo viernes se exhibirá en el resto de España
"Durante el rodaje, un señor mayor vio un tranvía a la puerta de su casa y se puso a llorar y, en cambio, durante una proyección en la que había muchos jóvenes, no paraban de oírse risas" añadió García Sánchez, director de, entre otras, El vuelo de la paloma, Tirano Banderas y Suspiros de España (y Portugal). "No quería que nadie echase de menos el franquismo, sino que la gente comprendiera que es normal que un señor mayor eche de menos su juventud". Por eso, añadió hay una cierta distancia respecto a la situación política de la época, en plena dictadura, y el tema principal de la película es esta memoria de una ciudad y una gente que sirven de escenario al joven protagonista. en su particular camino de iniciación hacia la madurez.Liberto Rabal interpreta a Manuel, el alter ego de Manuel Vicent, un adolescente de familia acomodada que vive en un pueblo y que, acabado el bachillerato, se va a Valencia a estudiar Derecho. Allí, el tranvía que lleva a la playa de la Malvarrosa se convertirá en el símbolo de un viaje hacia el mundo lúdico y azul del Mediterráneo.
El filme resume en un año, marcando claramente el paso de las estaciones, los cinco que abarca la novela. El amor platónico de una joven veraneante; el grupo de amigos encabezado por El Bola -papel interpretado por Jorge Merino- que matan las horas intentando ir de putas o gastando bromas pesadas a los campesinos; el descubrimiento de las primeras lecturas prohibidas, el encuentro con una extraña prostituta apodada La China que le desvirga -personaje que encarna Ariadna Gil, según el director, casi como un favor ya que en su opinión es una actriz que "está por encima de nuestro cine"-; las primeras dudas religiosas; o la impresión que le produce la ejecución de un asesino analfabeto y retrasado serán algunos de los avatares que llevarán al protagonista a abandonar definitivamente la adolescencia.
Reparto veterano
En el amplio reparto de la película destacan algunos veteranos: Fernando Fernán Gómez en el papel de un catedrático de derechas identificado con el régimen; Antonio Resines, que interpreta al asesino violador que inspirará el primer relato de Manuel; el desaparecido Vicente Parra, confesor indulgente del protagonista; y Juan Luis Galiardo, que interpreta a un fanático impulsor de los cursillos de cristiandad que al grito del himno De colores acaba persiguiendo al protagonista con un crucifijo. "Me educaron en la culpa y el pecado y también hice algún cursillo de cristiandad, que en el fondo lo hacía gente apasionada que quería acercar el cristianismo a la gente", señaló ayer Galiardo. Y añadió: "Uno fue muy productivo porque mientras lo hacíamos nos tocó el gordo de Navidad a todos" remató."Además del excelente reparto, una parte fundamental de la película recae en los figurantes", señala García Sánchez. "Hemos tenido la suerte de que Valencia nos ha obsequiado con una gente fantástica, de mofletes rosados y mucha alegría. No tienen sentido del ridículo, lo echan fuera. Los castellanos estamos siempre temiendo hacer el ridículo y por eso lo somos".
Sobre la dificultad de adaptar una novela tan rica en matices y referencias ambientales como Tranvía a la Malvarrosa, García Sánchez es tajante: "Cuanta más calidad tiene una novela, más difícil es adaptarla al cine. La diferencia fundamental entre el cine y la literatura es que en el cine los adjetivos cuestan dinero y afortunadamente en este caso hemos tenido suficiente dinero para poder ponerlos". La recreación del ambiente de Valencia a finales de los años cincuenta ha sido complicada, "pero si un productor quiere, hay tranvías en Valencia".
EI filme, con un presupuesto de 431 millones de pesetas, está producido por Sogetel y Lola films, y ha contado con un sólido equipo técnico en el que destacan Rafael Azcona tomo guionista, Pierre-Louis Thevenet como director artístico, José Luis Alcaine como director de fotografía y Andrés Vicente Gómez como productor ejecutivo.
El estreno de la película estaba previsto inicialmente en septiembre del pasado año. El aplazamiento, según la productora, se debe a que hasta ahora no se han encontrado salas adecuadas para su exhibición debido a la avalancha de estrenos de los últimos meses.
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