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FÚTBOL 31ª JORNADA DE LIGA

Zaragoza y Celta deciden especular

La calculadora ha comenzado a funcionar. Zaragoza y Celta se dedicaron ayer a especular durante noventa minutos, dando por bueno, un empate que llegó sin que ninguno de los dos contendientes exhibiera las mínimas cualidades futbolísticas. El resultado fue un encuentro soporífero, espeso y marrullero, que encrespó al público. El Zaragoza ve de paso emborronado el magnífico palmarés que presentaba en su estadio desde que Luis Costa llegó.Los presagios no eran buenos. El Celta llegaba en cuadro. Sin sus mejores hombres de ataque, sobre el papel presentaba muy poca capacidad goleadora. Pero para desengañar a los incrédulos, en el primer contragolpe que hilvanó se adelantó en el marcador. Fue un gol de los que duelen, obra de Moisés, cuya marcha abrió un debate en el Zaragoza.

El cuadro aragonés andaba poco claro de ideas y con el gol, pareció comenzar noventa minutos de particular pasión. Sólo la calidad individual que atesoran algunos de sus jugadores permitió que la contiendase equilibrara con tremenda rapidez. Un lanzamiento desde 40 metros de Nayim, fue controlado por Morientes que, como casi siempre, acertó.

Ahí se acabó el partido. El Celta amontonó nueve hombres atrás los cuatro zagueros, Mazinho como pivote de cierre y una segunda línea de cuatro defensas a apenas quince metros de la frontal del área. El Zaragoza ni siquiera lo intentó. Careció de profundidad, no supo definir el pase final.

Para colmo de males, los dos jugadores con mayor llegada del equipo, Gustavo López y Poyet anduvieron perdidos. El argentino no fue capaz de superar por su banda a Merino y Josema ni una sola vez y Poyet estuvo tan lejos del área que no inquietó a Dutruel.

El segundo periodo no mejoró la situación. El Celta aparcó el autobús ante su área y el Zaragoza se estrelló contra su torpeza.

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