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BALONCESTO

Wildcats "versus" Wildcats

Arizona y Kentucky jugarán esta madrugada la final universitaria de Estados Unidos

Santiago Segurola

Miles Simon, junior [jugador de tercer año] de la universidad de Arizona, se dirigió a Dean Smith, el venerable entrenador de North Carolina, para expresarle su admiración y para consolarle en la derrota. Simon siempre quiso jugar para Dean Smith, pero no consiguió enrolarse en su equipo. Hace tres años recibió una carta del técnico de North Carolina que todavía guarda entre sus objetos más queridos. "Querido Miles, siento decirte...". En la carta, Dean Smith le explicaba que no podía ofrecerle un puesto en el equipo porque disponía de un número suficiente de escoltas. Simon ingresó finalmente en Arizona, otra potencia del baloncesto universitario. Tres años después, su facilidad para producir puntos fue instrumental en la victoria (66-58) sobre North Carolina en las semifinales del torneo de la NCAA. Anotó 24 puntos y resultó imparable.Simon no fue el único problema para North Carolina. En la segunda parte surgió incontenible Mike Bibby, el espléndido freshman [jugador de primer año] de Arizona, y enterró a los Tar Heels con una lluvia de triples. Sostenido por Simon, Bibby y una sensacional defensa sobre los jugadores altos de North Carolina, el equipo de Arizona ganó y alcanzó por primera vez un puesto en la final universitario que se disputará esta madrugada (04.00 horas, Canal +) en Indianápolis.

Kentucky, campeón de la pasada edición, será el otro finalista. Su sofocante defensa en toda la cancha volvió a crear el caos en su rival, en este caso Minnesota. El partido fue intenso y duro, dominado por las defensas de los dos equipos. Minnesota confirmó que es un equipo equilibrado, conjugadores de carácter, capaces de sobreponerse a los numeroros errores que cometieron en su intento de superar la primera línea defensiva de Kentucky. Pero finalmente se impuso el estilo que ha impuesto Rick Pitino: presión abrumadora, gran capacidad atlética y triples. El partido se rompió en los últimos cinco minutos. Una serie de pérdidas de balón terminó por descomponer al equipo de Minnesota, que salió derrotado por 78-69.

Arizona y North Carolina se empeñaron en jugar un partido proclive a los errores en el tiro, con los dos equipos por debajo del 40% en los aciertos. Este capítulo resultó decisivo en la derrota de North Carolina, que durante la temporada había conseguido un 50% de aciertos en sus lanzamientos. En la semifinal se hundió con un pobrísimo 31%, una cifra que se explica perfectamente desde la tremenda defensa de Arizona sobre Antawn Jamison, la estrella de los Tar Heels, y el gigantesco Serge Zwikker. Aunque su contribución no fue desdeñable (18 puntos y 11 rebotes), Jamison siempre se sintió incómodo ante el acoso de A. J.Bramlet, Michael Dickerson y Bennett Davison. Pero aunque el efecto de la defensa de Arizona se dejó sentir sobre el juego interior de North Carolina, el fracaso llegó por la escasísima producción desde el perímetro. La combinación de los bases Sherrimond Williains y Ed Cota, más la contribución del alero Olukaja, se resumió en cuatro canastas de 30 intentos. Los Tar Heels se sostuvieron con la exhibición del escolta Vince Carter en un festival de mates y alley hoops. Pero en el segundo tiempo apareció Mike Bibby -solo había anotado tres puntos en la primera parte- y hundió a North Carolina con cinco triples consecutivos. "Cada vez que tengo espacio, tiro. Y ellos me dejaron libre", dijo Bibby, cuyo padre ganó tres títulos en los años setenta con UCLA.

Kentucky llega a la final con su marca registrada. Presionó en toda cancha y creó la confusión necesaria en el juego de sus rivales para ganar la semifinal. Minnesota llegó a colocarse con un punto de ventaja en el segundo tiempo, pero acabó rendido frente al juego trepidante de los chicos de Pitino.

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