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Tribuna
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Vázquez, 4; Caneda, 0

Qué temporada lleva Caneda. Qué pesadez. Algo le ha hecho a este hombre Fernando Vázquez, el entrenador. Algo grave, quizá personal. Hiriente, doloroso. Porque le ha convertido en su enemigo. No se sabe bien porqué pero no se atreve a echarle. ¿Qué dirá la afición? Y ha decidido dinamitar su trabajo, hacerle la vida imposible. Tocarle las narices hoy, mañana y pasado. Dijo el presidente que si no llega a ser por el entrenador, el Compostela tendría más puntos. Porque lo dice él, José María Caneda, de profesión industrial. Vázquez le ha respondido de dos maneras. La primera, educada: "Nunca he hecho ni haré delcaraciones contra mi presidente"; la segunda, demoledora: Compostela 4, Extremadura 0.

NACHO, PASSI Y FABIANO PROVOCAN LA TARJETA

Lo que no consiguieron Panucci y Mijatovic hace una semana, provocar la quinta tarjeta en el partido ante el Zaragoza, lo lograron ayer tres jugadores del Compostela: Nacho, Passi y Fabiano. Estaban al borde, de la suspensión. Ya están suspendidos. La razón no hay que buscarla, como en el caso de los madridistas, en que se perderán la próxima jornada por compromisos con sus selecciones. La razón es que juegan en el Bernabéu. Y en vista de que el asunto tiene pinta de heroicidad, decidió Vázquez que era preferible que se perdieran ese partido. Que así jugarían tranquilos el siguiente. Lo mismo a Caneda la disgusta la idea. Lo mismo, con él en el banquillo, al Compos no se le resistiría ni el Madrid.

EPIDEMIA DE LESIONES EN EL RAYO

Le costó caro al Rayo el triunfo en Oviedo. Un triunfo de clínica. Porque en el minuto 48 ya acumulaba tres lesionados. Klimowicz sufrió un traumatismo craneoencefálico y acabó en el hospital. Instantes después, Muñiz se rompía el hueso malar y tomaba el mismo camino. Y una durísima entrada por la espalda llevó a Ameli a la enfermería.

LEANDRO OLVIDÓ, POR FIN, AL PERRITO

Ya era una cuestión de buen gusto. Y parece que el propio protagonista se ha dado cuenta. Leandro ha cambiado el tono de sus celebraciones. La mamarrachada del perrito que orinaba ha pasado a mejor vida. El brasileño consiguió ayer el gol del Valencia y, lejos de echar mano de la fauna en su versión menos atractiva para dar rienda suelta a su alegría, optó por algo sin duda más humano: besó el escudo de su camiseta.

MOISÉS SE ESTRENA CON EL CELTA

Y hablando de celebraciones, el céltico Moisés se apuntó a eso que está tan de moda: la no celebración. No se sabe bien si es una forma de pedir perdón o de decirle al público algo así como "yo no quería". Moisés, que es aún el máximo goleador de Segunda división, de su época en el Leganés, se estrenó en el Celta con un golazo. Y el hombre bajó su cabeza y no dejó traslucir ni una mísera mueca de alegría. La razón estriba en que tiempo atras jugó en el Zaragoza. Menos mal que Miquel Soler no suele meter goles, pues le costaría horrores celebrar alguno. Más que nada, porque ya ha jugado en seis equipos distintos.

MANOLO ALFARO, EL REY DEL PENALTI

Cuando el balón está a 9,15 metros de la portería, no hay nadie mejor que él. O al menos ron mayor efectividad. Doce goles ha marcado Manolo Alfaro, del Hércules, y ocho han llegado desde el punto de penalti. Él y el portero frente a frente. Sin obstáculos. El Hércules no crea demasiadas oportunidades por partido. Pero cuando lo hace, el asunto suele terminar en penalti. O sea, en el pie derecho de Alfaro. O sea, en gol.

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