Bruquera deja huella en Cayo Vizcaíno

El anuncio del regreso de Sergi Bruguera a la élite del tenis mundial hace tres meses que se viene produciendo. Sin embargo, no fue hasta el viernes por la noche en Cayo Vizcaíno cuando el jugador confirmó que su caída en la clasificación mundial durante los dos últimos años y sus dudas han pasado ya a la historia. Bruguera se clasificó el viernes para la final del torneo de Cayo Vizcaíno, considerado el quinto Grand Slam, tras eliminar de forma brillante al número uno del mundo, Pete Sampras, por 57, 7-6 (7-2), 6-4. Ayer, la suiza Martina Hingis destrozó a Mónica Seles en la final femenina (6-2, 6-1) y se proclamó campeona."Necesitaba esta victoria para estar entre los mejores", reflexionó Bruguera. El triunfo le colocó ante la posibilidad de ganar su primer título del circuito desde que en 1994 se impuso en Praga. Su rival hoy en la final (20.00) será el incombustible austriaco Thomas Muster, ante quien ha perdido en 11 ocasiones de las 14 en que se han enfrentado. Bruguera ha alcanzado este año la final de Milán y las semifinales de Dolía y Marsella, las tres en superficies duras.

Sergi, que se consagró como uno de los mejores jugadores, de la historia del tenis español al ganar dos años consecutivos en la tierra batida de Roland Garros (1993 y 1994), deja una huella imborrable en el torneo de Cayo Vizcaíno. Es el primer español que consigue clasificarse para la final. Hasta ahora, quien más lejos había llegado era Emilio Sánchez Vicario, que disputó las semifinales en 1990. Y, además, Bruguera lo logró derrotando a Sampras en EE UU y en la superficie favorita del norteamericano, la pista dura. "Llegué a la pista para intentar superarme y dar lo mejor dé mí", explicó Bruguera. "Y ahí está el resultado". Sergi recibió en todo momento el reconocimiento de un público que se rindió a su calidad.

Entre los 20 mejores

El jugador catalán, de 26 años, entró en el torneo siendo el 35º mundial y saldrá de él convertido en uno de los 20 primeros. Esa clasificación le permitirá ya partir como cabeza de serie en la mayor parte de torneos que dispute, lo cual impedirá que deba enfrentarse a los mejores en las primeras rondas. Bruguera, que fue tercer jugador mundial en agosto de 1994, sufrió lesiones en las dos rodillas y posteriormente en un tobillo y cayó hasta el puesto 81º."Resulta agradable jugar sin sufrir", dijo aliviado. "Ante Sampras me desplacé de un modo más cómodo sobre la pista. Cuando comencé el año aún sentía molestias físicas. Ahora el dolor ha desaparecido por completo". Bruguera se mostró tremendamente rápido en su partido contra el número uno mundial. Alcanzó bolas increíbles y siempre tuvo la serenidad necesaria para conectar passings ganadores ante las subidas de Sampras a la red. Las claves del partido estuvieron en el segundo set, cuando Bruguera controló con un juego brillante el desempate (7-2), y en la manga decisiva, cuando fue capaz de romper dos veces el saque del norteamericano.

"Jugué de un modo más agresivo. He comprendido que atacar es indispensable en estas superficies, aunque a veces resulte un suicidio", comentó Sergi, que en este torneo ha eliminado a Michael Chang y a Andréi Medvedev.

La victoria de Hingis

Martina Hingis apabulló a la norteamericana Monica Seles, quinta mundial, en la final femenina. Hingis se proclamó campeona con una victoria sin paliativos por 6-2, 6-1, que dejó en evidencia las carencias de la jugadora de origen yugoslavo. Para la suiza de 16 años éste es el quinto titulo del año, tras haberse impuesto en Sidney, Tokio, París y en el Open de Australia, el primer Grand Slam de la temporada. Hingis se convertirá el lunes en la número uno más joven de la historia, a sus 16 años. Este año no ha perdido ni un solo partido y lleva 26 victorias.