Aniversario agridulce de Sainz

Carlos Sainz (Ford Escort) celebró ayer su décimo aniversario entre la élite del Mundial de Rallies. Lo hizo igual que en 19:37, cuando debutó en el campeonato del mundo. En el prólogo del Rally de Portugal el piloto madrileño fue el mejor, marcó el registro más rápido y se colocó como primer líder de la prueba, la cuarta de la temporada. Sin embargo, la decisión de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) de anular el tramo privó a Sainz de una celebración perfecta.La causa de la cancelación del prólogo fue una reclamación de Mitsubishi, que adujo que su piloto, el actual campeón del mundo, el finlandés Tommy Makinen, había perdido tiempo porque los organizadores manipularon los frenos de su coche en la revisión y el pesaje previos a la salida de la prueba. Esa leve avería obligó a Makinein. a circular con precaución -perdió 12 segundos- y posteriormente motivó la anulación de los resultados cuando muchos pilotos ya descansaban en sus hoteles.

Antes, durante el transcurso de la prueba, se había demostrado una cosa: 10 años después de su deslumbrante estreno Sainz sigue arriba. En un breve tramo cronometrado de 1,5 kilómetros, preparado exclusiva mente para dar espectáculo al público, los favoritos de la carrera no exprimieron sus monturas, pues las diferencias eran imposibles. Sainz y el escocés Colin McRae (Subaru Impreza) pararon el cronómetro en 1m 2s, apenas un segundo antes que casi todos los demás protagonistas importantes del rally.

El prólogo de ayer no gustó a nadie, y menos su desenlace Sainz fue de los más críticos pero aun así fue capaz de mantener a raya a la competencia. El bicampeón español nunca ha sido amante de pruebas tan cortas, sin ritmo, que responden únicamente al interés de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) de acercar los rallies a los aficionados y aumentar su difusión. La opinión de los pilotos, como siempre, es la que menos cuenta.

El prólogo del Rally de Portugal se celebró cerca de Figueira da Foz, en el centro del país, al borde de la desembocadura del Modego, el único gran río que nace y muere en Portugal. Asistieron, según los organizadores, unos 80.000 espectadores, distribuidos en los márgenes de una estrecha carretera de montaña, y la prueba fue retransmitida en directo por televisión. En ese sentido, objetivo cumplido.

Los pilotos, en cualquier caso, se mostraron contrariados por la manera de comenzar la carrera. Las miedidas de seguridad resultaron precarias para contener al numeroso público, aunque finalmente no ocurrió ningún incidente. Lo único que lograron los participantes con sus presiones fue acortar el tramo y dejarlo en 1,5 kilómetros, el trecho menos peligroso.

"Es increíble que ocurran cosas como ésta", comentó Sainz. "Primero nos hacen correr en un tramo en el que era imposible, debido a lo rápido que era y a la cantidad de público que había, y después lo anulan". En cualquier caso, los resultados no hubieran sido ni siquiera indicativos de lo que puede ocurrir en el resto de la prueba ya que el espectáculo inagurual se disputó sobre asfalto y el resto del recorrido es de tierra, por lo que las suspensiones y los frenos de los vehículos estaban preparados para esta última superficie.

La etapa de hoy, con 12 tramos y 165 kilómetros, abre las hostilidades y marcará el desarrollo de este rally, el primero que se disputa este año sobre tierra (el Safari, por su peculiaridad, no cuenta).

Además de Sainz, otro piloto español tiene una cita importante estos días en Portugal. Se trata del valenciano Luis Climent (Mitsubishi Lancer), actual campeón nacional, que debuta en el Mundial fuera de España compitiendo en el grupo N (coches de serie ligeramente mejorados). Climent participa gracias al apoyo de la Generalitat valenciana. Completan la presencia española los dos Seat Ibiza oficiales en manos del finlandés Harry Rovanpera y el alemán Erwin Weber.