Una encuesta afirma que los jóvenes exigen ante todo locales para reunirse

Los jóvenes madrileños necesitan locales para reunirse, antes que cines, teatros o polideportivos. Los okupas también, aunque añaden a su reivindicación techos gratis para vivir. La última encuesta encargada por la Comunidad de Madrid sobre la demanda cultural de los jóvenes ha descubierto un problema denunciado desde hace una década por el colectivo okupa y despreciado desde entonces por las autoridades madrileñas.

Los sociólogos Manuel Navarro y Santiago del Campo y el psicólogo José Luis Pinillos han dirigido la investigación sobre los jóvenes. La investigación se ha basado en un millar de encuestas -700 a jóvenes madrileños y 300 a barceloneses, todos con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años-. Del estudio, los tres profesores han concluido que los jóvenes madrileños reclaman autonomía para disfrutar de su ocio. "Cuando las actividades culturales se organizan oficialmente, la participación es menor", señaló Navarro.Para planificar su cultura, los jóvenes reivindican más locales de reunión (un 51% se inclinó por este tipo de equipamiento cuando se le preguntó sobre necesidades); más cines (40%), teatros (38%) y polideportivos (38%). Esta voluntad juvenil de participar en el terreno cultural "choca con una sociedad que le es hostil", según Navarro.

Tras esta reflexión, los profesores citaron el problema -la Administración sirve a los jóvenes una cultura institucional que éstos desprecian- y algunas consecuencias concretas -las últimas manifestaciones de okupas, que tomaban edificios para organizar sus propias actividades-. Pinillos recordó que en Berlín el movimiento okupa recibe atención de las autoridades, que les proporciona los medios que necesitan para sus fines, y eso favorece su progresiva integración, informa Europa Press.

En el estudio sobre la demanda cultural de los jóvenes se destacan los siguientes aspectos:

Actividades. La lectura no es una costumbre muy generalizada entre los jóvenes, aunque tiene "una incidencia considerable", más entre las mujeres que entre los hombres. El teatro gusta poco (el 66% del colectivo no acude nunca); tampoco los museos les entusiasman. Los conciertos, al contrario de lo que podría parecer, presentan índices de asistencia bajos (aquí también ganan las mujeres). Dos de cada tres acuden habitualmente al cine, aunque rehúyen las películas en versión original.

Medios de comunicación. La televisión convoca al 90% de los jóvenes que, de toda la programación, prefieren las películas. La radio registra un porcentaje similar. El 44% lee diariamente los periódicos y eligen mayoritariamente las secciones de deportes, sucesos, local y espectáculos.

Aficiones. Escribir y tocar algún instrumento musical figuran entre las aficiones más generalizadas. Les siguen el karaoke, el baile, la fotografía, la cocina y el bricolaje.

Madrid/ Barcelona. De la comparación entre las opiniones de los jóvenes de las dos mayores ciudades de España apenas se extraen diferencias. Los madrileños viajan más que los catalanes, leen más prensa, oyen más la radio y van más al cine. Los que viven en Barcelona tienen más equipamientos y usan más el ordenador.

El consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, pretende aprovechar este trabajo para definir su política.