Egibar insiste en que el etarra fue torturado

El portavoz del Partido Nacionalista Vasco, Joseba Egibar, ratificó ayer que no tiene dudas de que el etarra Fernando Elejalde, presunto asesino del psicólogo de la cárcel de Martutene, Francisco Javier Gómez Elósegui, fue torturado en dependencias de la Policía Nacional de San Sebastián. Egibar no dio su brazo a torcer a pesar de la llamada a la prudencia del presidente de su partido, Xabier Arzalluz, y de las conclusiones de la forense, Carmen Baigorri, según las cuales no fue torturado. "Hay dos horas tras su detención", declaró Egibar, "y es en ese momento cuando nosotros creemos que se produce una conculcación de la ley".Las críticas le llegaron de inmediato. Los socialistas vascos calificaron de "inaceptable, irresponsable e intolerable" la actitud del portavoz del PNV. El Partido Popular fue escueto, aunque también contundente en su reacción: "Egibar parece el portavoz de Herri Batasuna".

Egibar seguía ayer en sus trece. "Yo sé lo que dije el viernes, y por qué lo dije, y a partir de ahí veremos qué dice el ministro". El portavoz nacionalista volvió a hablar en la sede de su partido, la Sabin Etxea, en Bilbao, para ratificar su teoría de que la policía apaleó a Elejalde, detenido tras el asesinato de Gómez Elósegui, hasta provocarle algunas de las lesiones que afloraron en dos exploraciones médicas: la primera, dos horas después de su detención, y la segunda el jueves, en la que además de contusiones y perforación de tímpano se detectaron lesiones en las vértebras lumbares. "Vamos a ver", dijo ayer, "si en 72 horas el ministro es capaz de dar una versión que además de oficial sea real".

Para Egibar, esas dos horas son clave. "Alguien tendrá que aclarar", dijo, "qué sucedió en esas dos horas. Se quiere vender la versión de que desde las 8.15 hasta las 10.20 no pasó nada, sino que los funcionarios de policía fueron tan diligentes que lo llevaron al cuarto de socorro". El portavoz nacionalista había declarado 24 horas antes en el Parlamento vasco que "el chico se les iba y alguien tuvo la lucidez de llevarle a la casa de socorro".