La batalla de Brunete
El alcalde, que gobierna en minoría busca fórmulas polémicas para acabar con las rencillas políticas
Nuevos refuerzos se unirán en breve a la larga batalla política de Brunete (3.940 habitantes). Como los políticos locales no hacen más que arrearse desde hace tiempo -y no siempre en sentido figurado-, han decidido ahora utilizar a los vecinos como arma arrojadiza. El alcalde, Julio Fernández (independiente), que gobierna en minoría, ha tomado una drástica decisión para controlar el pleno: empadronar a todos los residentes, aunque no lo deseen, para que el municipio alcance los 5.000 habitantes.De esta manera, Fernández podrá crear una comisión de gobierno que le permitirá ejercer su cargo sin pasar los asuntos por un pleno que no gobierna. Cuando un municipio supera los 5.000 vecinos, la ley obliga a crear esta comisión. El pleno -donde Fernández está en minoría- perdería así parte de sus competencias.
Hasta hace un año, en Brunete gobernaba una coalición formada por tres ediles independientes, dos de IU y uno del PSOE. En la oposición se quedó el PP con cinco concejales. Pero, en julio, IU abandonó el gobierno. El alcalde lo explica: "Manuel Montero [portavoz de IU] quiso que metiésemos en el Ayuntamiento a un monitor cultural de su cuerda. Como no estábamos de acuerdo, y decidimos cumplir la ley, se fue a la oposición". Pero Montero niega esta versión y dice que dejó el gobierno porque el alcalde no contaba con IU en las decisiones importantes y le negaba información sobre el crecimiento urbanístico. "Lo que dice del monitor es una tontería. De hecho, mi grupo estaba tan convencido de que tenía la razón que llevamos el asunto a los tribunales".
Perdigonada y tortazo
Vicente Calderón, primer teniente de aIcalde y concejal de Urbanismo (independiente), le responde: "Lo cierto es que el juez nos dio la razón a nosotros. Izquierda Unida se pasó a la oposición y ahora está a partir un piñón con Aquilino González [portavoz del PP]". Calderón, y González no se llevan demasiado bien. Hace unos meses, Calderón recibió una perdigonada en la espalda cuando cazaba junto a González y otros tres cazadores. En el pueblo se ha comentado maliciosamente que el disparo salió de la escopeta del portavoz del PP. "No. Eso no es cierto", relata Calderón. "Es verdad que estaba muy cerca, pero no creo que fuese él. De todas formas, fue un accidente".Lo que no fue un accidente fue el tortazo que la hija del portavoz de IU propinó el jueves a la esposa de un edil del equipo de gobierno durante un pleno. Julio Fernández reconoce que "la situación es difícil". No se han aprobado todavía los presupuestos ni la ampliación del casco urbano. "Hasta para aprobar el nombramiento de dos hijos predilectos del pueblo se tardó tres meses en llegar a un acuerdo. Es muy difícil gobernar. Enviaré una carta a todos los residentes de las urbanizaciones ordenándoles que se empadronen. Si no contestan, los empadronaré por ley y crearé la comisión de gobierno".,
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