Las lluvias invernales y las altas temperaturas adelantan las alergias primaverales al pólen
La primavera pasada fue mala para los alérgicos al polen, pero la que se avecina no se prevé mejor: las lluvias invernales y las altas temperaturas actuales han adelantado la floración, de algunas especies. El agente que más actúa en estas fechas es el polen de cupresáceas (los cipreses), pero llegarán otros. El alergólogo Angel García Cubero afirma que este mes ha diagnosticado un alto número de rinoconjuntivitis alérgicas y crisis asmáticas, sobre todo en niños de 6 a 11 años. La jefa de alergología el hospital Gregorio Marañón, María Rubio, asegura que lo peor está por llegar.
Según Rubio, un 10% de la población padece alguna alergia. "Tenemos casos de rinitis alérgicas, pero la temporada crítica para los asmáticos llegará con la floración de las gramíneas. Es una situación muy parecida a la del año pasado", señala la doctora Rubio. La época alta de las gramíneas es el mes de junio, pero este año podría adelantarse por las especiales condiciones climatológicas.La directora técnica de la red palinológica regional (Red Palinocam), Montserrat Gutiérrez Bustillo, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, explica que las lluvias invernales y las altas temperaturas de las últimas semanas han adelantado la floración de algunas especies."En la última semana de la que tenemos datos, la del 23 de febrero al 1 de marzo, se detectaban niveles muy altos en la atmósfera de polen de cupresáceas [tullas, arizónicas, cipreses] y ya se encontraron pólenes de gramíneas, aunque no en niveles demasiado altos", comenta. También hay bastante polen de chopo, pero éste no es alergógeno en principio, según Gutiérrez.El de fresno, que suele dar problemas a los alérgicos al polen de olivo, es escaso, por haber pasado la temporada de mayor floración de esos arboles. Para los alérgicos al polen de cereales las semanas criticas suelen ser las dos últimas de mayo y las primeras de junio. "Creo que vamos a tener mucho polen este año, per o todo depende de la climatología", afirma Gutiérrez Bustillo.Mejor sería para alérgicos y asmáticos que hiciese algo más de frío y lloviese para que se interrumpiese la floración y por consiguiente la polinización de las plantas. "Ya aparece polen de plátanos, que suelen florecer a finales de marzo o principios de abril", añade.1996, el peor año
1996 fue el año más duro para los alérgicos desde 1993, año en que comenzó a funcionar la red Palinocam, debido a que las abundantes lluvias del invierno dieron paso a un mayo más florido y hermoso de lo habitual.
Ese año, cada metro cúbico del aire primaveral madrileño llevaba a bocas y narices unos 60 granos de polen de gramíneas. En 1996 hubo días en que los ciudadanos se tragaron más de 150 de esos microscópicos elementos vegetales. La doctora Rubio señala que en algunos puntos concretos de la red se llegó incluso a un máximo de 400 granos por metro cúbico.La red madrileña, dependiente de la Consejería de Sanidad, está formada por nueve centros en los que se mide la presencia de pólenes en el aire. Participan los laboratorios municipales de Alcalá de Henares, Alcobendas, Aranjuez, Coslada, Getafe y Leganés y el departamento de contaminación atmosférica del Ayuntamiento de Madrid, además del departamento de botánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense y un centro de alergología de la calle del General Pardiñas.A partir del 1 de abril funciona un contestador automático que provee la, información sobre los niveles detectados en la red (586 70 30).
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