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Entrevista:

"El metro de Madrid es como una sala de lectura"

Late a ritmo de flash, de ondas herzianas, de impulsos electromagnéticos. Son los escenarios finiseculares del corazón, órgano que somete a los medios de comunicación un rentable vaivén a ritmo de sístoles y diástoles. Casos reales o escenas de ficción, tanto da, para que la tele se emocione y el público llore con el sentir que, 20 años atrás, se suspiraba alrededor de las mesas camillas oyendo las novelas de la radio. Rosa Pereda, santanderina y residente en Madrid periodista y licenciada, en Letras. Ubicua promotora de actividades literarias, ya en su instituto, en el Círculo de Bellas Artes o en los cursos complutenses de verano. Crítica que hoy se pone y expone a la opinión ajena con su último libro, Teatros del corazón. Lo rosa en los medios de comunicación, género previamente defendido por firmas conspicuas como Terenci Moix, Gala o Cabrera Infante.

Pregunta. Dice usted que audiencias de todo tipo de nivel cultural siguen este género. ¿Está segura?

Respuesta. Estoy convencida. Personajes como Isabel Gemio agarran a todo el que se ponga por delante. Yo, que soy de las que ven las cosas mirándoles las tripas, reconozco haber llorado con alguno de estos programas.

P. Pero ¿no se trata de subgéneros?

R. Los culebrones, en efecto, lo son, pero arrasan. Lo mismo sucedió con los seriales de la radio, las series americanas tipo Falcon Crest y, mucho antes, con las fotonovelas. Todos los que se sienten afectados por los mismos problemas. Iguales y únicos a la vez.

P. Pero reconozca que en la radio eran infinitamente mejores.

R. Impecables, con excelentes cuadros de actores y con el margen que la radio deja a la imaginacion.

P. Parientes culturalmente pobres convertidos en ricos.

R. De una rentabilidad innegable, especialmente en las revistas. Pero no olvidemos la conexión entre la prensa rosa y las novelas románticas. Concha Espina llegó a firmar algunas.

P. ¿Son las novelitas románticas productos para consumir, por ejemplo, en el metro?

R. Claro. Ciertas novellitas de bolsillo que duran exactamente un trayecto del centro a la periferia. Ida y vuelta. Pensadas para gente que pierde muchas horas en transporte y acude a un trabajo generalmente rutinario. El metro es como una sala de lectura. Todos leen, especialmente las mujeres.

P. ¿Este libro está escrito para ellas?

R. Queda bien claro en la dedicatoria.Mis libros han gustado más a las mujeres, pero los hombres, aunque lo oculten, son fieles aficionados al culebrón.Teatros del corazón. Rosa Pereda. Espasa Calpe. 1.900 ptas.

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