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El BCH y sus aliados temen que British Telecom consiga el control de Airtel

El patio de Airtel, la empresa de teléfonos móviles que compite con Telefónica, está revuelto. British Telecom (BT) controla ahora un 16,7% de Airtel, lo mismo que el otro socio tecnológico en la empresa, la norteamericana Airtouch, y más que el Banco Central Hispano (BCH) (14,09%). La nueva posición de BT ha trastocado profundamente los planes del BCH y los accionistas en su ámbito de influencia, a quienes inquieta la posición de liderazgo que han ganado los británicos. El banco cuenta con Airtel como aliado de Retevisión, si es el consorcio que encabeza el BCH el que se queda con el 80% del segundo operador. En ese consorcio están también France Télécom y Deutsche Telekom.

Tanto franceses como alemanes son acérrimos competidores de BT en todo el mundo, y los británicos difícilmente aceptarán que Airtel caiga en su ámbito de influencia, y viceversa. Pero no están claras las intenciones de BT en Airtel y, por lo que pueda pasar, el BCH y los socios de su influencia (BBK, Caja Asturias, Unicaja, Endesa y Unión Fenosa) se han hecho fuertes. No permitirán que BT utilice a Airtel para satisfacer sus intereses particulares en España y por ello han recordado a los británicos que para poder cambiar de orientación la actividad pura de la compañía (la prestación del servicio de telefonía móvil con tecnología GSM) se necesita el acuerdo del 80% del capital, según el acuerdo alcanzado entre los socios.Con el apoyo del Santander, BT podría conseguir el respaldo del 21,4% del capital. Y ni aun con los socios que pudieran considerarse neutrales (Ineuropa-Entrecanales, 10,85%; Juan Abelló, 4,84%, y Corporación Alba, 2,71%) podría imponerse a los criterios del BCH.

El BCH pretende que Airtel firme un acuerdo de colaboración con Retevisión, a la que serviría en el ámbito de la telefonía móvil, una vez que el banco y sus aliados internacionales controlen la empresa que competirá con Telefónica. A ese grupo se unirá, con toda probabilidad, Endesa, que, junto con Unión Fenosa, controla el 16,28% de Airtel. Con ese horizonte, la alianza BCH-France Télécom-Deutsche Telekom se hace cada día más firme, como se ocupó de ratificar el presidente de la telefónica alemana, Rod Sommer, en su visita a España hace dos semanas.

Hasta ahora, el BCH ignoraba a BT porque ésta mantenía su alianza con el Santander y siempre ha estado más o menos claro que ambos promoverían su propio grupo para acudir a la compra de Retevisión o incluso para competir abiertamente con Telefónica y el segundo operador en todos los ámbitos del negocio (telefonía básica, fija y móvil, transmisión de datos, televisión por cable ... ). A partir del 1 de diciembre de 1998, cuando cualquier empresa de telecomunicaciones pueda instalarse en España, nada, salvo la disponibilidad de dinero, podrá impedírselo.

British Telecom desempeñaba hasta ahora un papel secundario en Airtel, donde era el Banco Santander el que defendía los intereses compartidos por los británicos y la entidad cántabra. Pero después de que el Santander haya vendido a BT un 8,5% de su paquete de acciones en Airtel y el 50% de la empresa conjunta BTT, el BCH sabe que va a tener que hacer un enorme esfuerzo para poder llevar a Airtel por donde quería.

Si de verdad BT quiere fortalecer su candidatura a Retevisión incluyendo a Airtel en su oferta, la batalla por el control de la compañía de teléfonos móviles va a ser terrible.

Y es que en esa batalla se mezclan intereses nacionales bancarios (Santander contra BCH) y no bancarios (¿de qué lado se pondrá Endesa ahora que el Santander reduce su participación en la eléctrica o de qué parte estará Ineuropa-Entrecanales?). También va a tener tintes internacionales: ¿cederán France Télécom y Deutsche Telekom ante BT?

Los observadores creen que la sangre no llegará al río porque BT, en realidad, no tiene de permanencia en Airtel y lo que persigue es aliarse con Telefónica (la solución que más agrada al Santander, ya que tendría un buen amigo en la empresa donde está deseando entrar) o competir abiertamente en España a partir de 1999.

Las advertencias de los otros socios de Airtel justificarían su salida de la compañía y en definitiva, afirman éstos, podría ser fácilmente sustituible por cualquiera de las otras dos grandes operadoras europeas, o las dos al tiempo, France Télécom y Deutsche Telekom.

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