_
_
_
_
_
FÚTBOL 28ª JORNADA DE LIGA

Alfonso dispara los sueños del Betis

El Atlético, derrotado en el último minuto, paga la expulsión de Esnáider (m. 33)

Tres golazos. De volea, de disparo, seco y de cabeza. Con la versatilidad de un especialista. Fue su partido. El de Alfonso. Sin su inspiración, difícilmente el Betis habría superado un escollo que se presentó duro, tosco, molesto desde el primer minuto hasta el último. Muchos goles son intercambiables, pero los que marca Alfonso son de autor. Y justo es que fuera él quien llevara el delirio a las gradas en tiempo de prolongación porque ninguno hizo lo que él: ser obrero y artista, ofrecer calidad y sacrificio. El fútbol total.El Betis fue ayer Alfonso y diez más. El partido entero fue Alfonso y veintitantos más. En los primeros compases, el Atlético asustó en todas las líneas a un Betis descompuesto. No había fluidez y sí muchas dudas entre las líneas verdiblancas.

Más información
El rey de la tarde

El Atlético aprovechó el detalle y con Simeone y Caminero con la batuta se puso a dirigir este desconcierto. Nada de extraño tuvo que fueran los de Antic los que se adelantaran. De nuevo la cabeza de Esnáider, respondiendo inapelablemente a un medido centro desde la derecha de Geli.

Minutos despúes fue expulsado Esnáider por Hernaniz Angulo, primer episodio de su festival de tarjetas. Hasta ese momento, el Betis estaba a merced de los madrileños.

La expulsión peijudicó más al Atlético que benefició al Betis. Desapareció el dominio del visitante, sus amagos de poderío y brillantez. Y, por simple dejación, el Betis fue entrando en el partido. Alfonso despejó todas las dudas y lo metió del todo con el primer gol de la tarde. El partido había perdido en calidad. Se había convertido en un cuerpo a cuerpo.

Tras el descanso, las cosas seguían sin estar claras. El Betis le había contagiado la falta de fluidez al Atlético. Roberto Ríos evitó que Juan Carlos adelantara a los visitantes. Y de un posible 1-2 se pasó al 2-1. Jarni por la izquierda, Pier al centro y Alfonso, que marcó no sin antes ofrecer un recital de cómo se recepciona un balón, cómo se controla y cómo se le. dice a todos, incluidos los rivales, por dónde se va a colar en la red.

El Atlético fue cambiado de rostros y de rostro. Con Kiko sancionado, Esnáider expulsado y Pantic chupando banquillo, Antic decidió sacar del equipo a Simeone y Caminero para dar entrada a Biagini y Paunovic. Apostaba por un equipo experimental. Una apuesta valiente que a la postre significaría tirar el partido a la basura. Paunovic estuvo a punto de empatar tras un duro disparo de falta que repelió el larguero. El empate llegó poco después de la forma más tonta posible: una falta de entendimiento en la defensa bética es aprovechado entre Paunovic y Biagini para marcar, con la complicidad de Vidakovic.

En esos minutos de incertidumbre, de coletazos, de tarjetas, de patadas, sólo un hombre intentaba encontrar luz en la oscuridad, abrir espacios en el túnel. Alfonso subía y bajaba, porfiaba con la defensa, arengaba a sus compañeros. El gol del 3-2 fue un justo premio. Alfonso suma ya 18 goles y está en la senda de Suker y Ronaldo. Y su equipo, en las nubes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_