Desprecio peligroso
Merienda de estrógenos, así se titulaba el artículo de Antonio Albert sobre el programa Ana Rosa Quintana. Al leerlo no sé si lo que se me revolvía eran los estrógrnos o el hígado, pero no puedo entender la relación directa que establece entre unos determinados programas conducidos por mujeres y todas las mujeres en general, o con los estrógenos, eufemismo utilizado para no decir directamente mujeres. Me pregunto si al criticar algún programa conducido por hombres, Albert considera que se le están dando de merendar, cenar o desayunar grandes dosis de testoterona. Me parece que el artículo encubre un peligroso desprecio a las mujeres que debería evitarse, por lo menos en periódicos como éste.-
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