Bruselas bloquea ayudas de 1.900 millones a FASA-Renault por el cierre de la fábrica belga

La Comisión Europea dio ayer una sonora patada a Renault... en el trasero de España. El comisario de la Competencia, Karel van Miert, anunció el bloqueo de ayudas públicas a FASA-Renault para su fábrica de Valladolid, hasta que se aclare si la ampliación en este centro tiene alguna relación con el cierre de la planta de Vilvoorde, en Bélgica. Las ayudas ascienden a 1.896 millones de pesetas, sobre una inversión total de 12.600 millones. Fuentes de Renault en España aseguraron que la inversión está, en todo caso, asegurada.

El portavoz de Van Miert realizó ayer declaraciones contradictorias sobre este conflicto. Primero negó que su comisario hubiera anunciado el bloqueo de las ayudas, pero luego admitió que había declarado textualmente: a la televisión flamenca BRTN: "He bloqueado el expediente de inmediato".Y acabó por reconocer que las ayudas están bloqueadas, en la práctica, porque el Gobierno español y la Junta de Castilla y León no pueden desembolsarlas hasta que hayan sido definitivamente autorizadas por Bruselas.

La agria reacción de Van Miert no es ajena a los ataques recibidos en las últimas semanas por este político flamenco, con fama de duro y de honrado, que nunca ha dudado en enfrentarse a gobiernos tan poderosos como el de Alemania en defensa de la libre competencia y en su personal lucha contra las ayudas de Estado.

El comisario flamenco criticó el lunes al constructor francés por incumplir las directivas europeas sobre despido colectivo y advirtió con claridad que no tolerará que Renault cierre una planta rentable para trasladar producción a otras factorías en las que pudiera obtener ayudas públicas. Es exactamente él caso que se plantea en Valladolid.

Examen con lupa

FASA-Renault ha obtenido ya del Gobierno español ayudas por 1.264 millones de pesetas y otros 632 millones de la Junta de Castilla y León. Bruselas quiere cerciorarse de que no esta ante un caso, de traslado de producción industrial inducido por la concesión de ayudas comunitarias. Antes de autorizarlass, examinará con lupa su destino.

La investigación comunitaria, que se realiza siempre en estos casos -aunque en esta ocasión Van Miert ha anunciado un especial celo- puede demorarse al menos tres o cuatro meses. Una decisión negativa de Bruselas puede poner en peligro. la ampliación de la cadena de montaje de FASA-Renault en Valladolid, donde trabajan 5.200 empleados.

En total, Renault emplea en España a 12.642 personas. La ampliación de Valladolid supondría la creación de 500 nuevos empleos directos.

Las ayudas bloqueadas fueron solicitadas, según fuentes de. la dirección de FASA-Renault, para el proyecto industrial X-65, el vehículo que sustituirá al Clio. Está previsto invertir los 500 millones de francos belgas, algo menos de 2.000 millones de pesetas, en la adaptación de la, factoría de montaje de Valladolid a la producción del nuevo coche.

Según fuentes de la multinacional en España, "no se: van a perder las subvenciones europeas". Todo lo que está ocurriendo, afirmó la citada fuente "es producto al cien por cien de una operación político-demagógica que más adelante, suponemos, tendrá contestación".Los responsables de FASA-Renault mantuvieron ayer varios contactos con la casa matriz en París. Desde la capital francesa se ha pedido a la dirección española "tranquilidad", a pesar de que en la capital francesa también sorprendió el anunció de Van Miert. París, según los directivos españoles, considera que la decisión del comisario de la Competencia "es ridícula y demagógica".Para los sindicatos la medida, además dé inaceptable, carece de sentido, "especialmente para los trabajadores de España que están dando muestras de apoyo y solidaridad con los compañeros de Renault en Bélgica", afirmó el portavoz de CC OO en FASA-Renault, Luis Miguel Gómez. El responsable sindical señaló también que decisiones como la adoptada por Van Miert "deben tomarse con muchísima frialdad, porque se está perjudicando a terceras personas por un ejercicio de presión equivocado".El presidente de Renault, Louis Schweitzer, se ofreció ayer a realizar "todos los esfuerzos" para que el cierre de la factoría de Vilvoorde sea "lo menos traumática posible". Schweitzer planteó la posibilidad de que algunos trabajadores belgas se recoloquen en plantas de Renault en el norte de Francia, y de que otro porcentaje de la plantilla acceda a, prejubilaciones. También se refirió a la hipótesis de que otra empresa automovilística adquiriera la fábrica de Vilvoorde, informa Enric González.En una rueda de prensa., el presidente de Renault justificó el cierre de Vilvoorde por su falta de competitividad. "El coste total de un coche producido es más alto que el de uno producido en Francia o en España", dijo. "Los costes salariales", añadió, "son entre un 25% y un 30% más elevados que en Francia, y la diferencia es aún mayor con España".