Dinero fácil, voto seguro
Un elemento clave de la victoria arrolladora del presidente albanés, Sali Berisha, en las fraudulentas elecciones generales de mayo de 1996 fue la amenaza de su Partido Democrático, por el sistema del boca a boca, de que los planes de inversiones piramidales, en su apogeo entonces y de los qué, dependía la supervivencia de muchos albaneses, se vendrían abajo si la formación gobernante perdía los comicios. Ganadas las elecciones, y también las locales que siguieron en octubre, y desplomadas las ilusorias pirámides, el partido del autoritario Berisha sigue al timón, centenares de miles de albaneses lo han perdido todo y el país está en la frontera de la guerra civil.Aunque el tobogán que ha conducido a Albania al borde del precipicio arrancó hace mucho tiempo -"cuando Berisha, con el apoyo de Europa y EE UU, comenzó a destruir las precarias instituciones poscomunistas" en opinión del moderado líder opositor Naritan Ceka-, las elecciones del año pasado son un mojón en su trayectoria.
La razón básica del cerrado sostén occidental a Berisha es la creencia, que los hechos van desmintiendo, de que el presidente albanés controla a sus minorías nacionales en la vecina provincia serbia de Kosovo y en Macedonia. El gran éxito de las inversiones piramidales, que llegaron a pagar en intereses mensuales a los impositores el 50% de su inversión, es para muchos albaneses una de las principales razones del triunfo de Berisha.
Urnas defendidas a tiros
Y no sólo en las abiertamanete manipuladas elecciones genera les de mayo, internacionalmente bendecidas con la excepción de EE UU, sino también en las re gionales y municipales del 20 de octubre, que cristalizaron el control sobre el país del mal llamado Partido Democrático y en las que alguna minúscula formación tuvo que defender a tiros las urnas, en la ciudad norteña de Shkoder, de las pretensiones de la formación en el poder. El principal grupo opositor, los socialistas, divididos y en crisis, consiguieron apenas la décima parte de los 64 distritos en liza.
Los chiringuitos de ahorro piramidal, que según los expertos han canalizado más de 150.000 millones de. pesetas en un país donde los sueldos no llegan a las 12.000, fueron establecidos a impulso del Partido Democrático en cada ciudad y pueblo de Albania, y multitud de ciudadanos lo vendieron casi todo para hacerse ricos en este Eldorado que pagaba a los antiguos impositores elevadísimos réditos con el dinero fresco que llegaba de los nuevos.
El partido de Berisha inundó el país más pobre de Europa en las elecciones de mayo con carteles en los que una madre de fantasía acariciaba a sus hijos de fantasía frente a una casa de fantasía a cuya puerta había aparcado un Mercedes último modelo. Otros pasquines mostraban a los conocidos responsables de los principales fondos piramidales alentando a- votar por el Partido Democrático. El partido de Sali Berisha.
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