Netanyahu explica a Mubarak por qué habrá otro barrio judío en Jerusalén
Interpretaciones diametralmente opuestas de los acuerdos de Oslo ilustraron ayer cuán ancha sigue siendo la brecha que separa a Egipto e Israel en la búsqueda de una solución al problema palestino. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que realizó una fugaz visita oficial a El Cairo, explicó al presidente egipcio, Hosni Mubarak, los motivos que impulsan a su Gobierno a llevar adelante el internacionalmente condenado proyecto para construir 6.500 viviendas para judíos en Jerusalén oriental.Mubarak reiteró que el plan va en contra de los acuerdos de paz entre Israel y los palestinos y, sumándose a la opinión de la gran mayoría de los líderes árabes, pronosticó que la medida añadirá obstáculos al proceso de paz en Oriente Próximo.
El desacuerdo emergió en el curso de la conferencia de prensa al término de dos horas de conversaciones a puerta cerrada en el palacio presidencial de Itihadiya. Pero incluso antes de que los dirigentes de los países que mantienen una paz fría desde la firma de los acuerdos de Camp David en 1979 comenzaran a respoder preguntas, resultaba claro que la visita de Netanyahu fue un mero procedimiento protocolario sin perspectiva. alguna de aportar avances. Ambos estaban visiblemente incómodos y hasta tensos.
En un ambiente como ése Netanyahu difícilmente podía esperar un gesto de buena voluntad de los egipcios para solucionar el caso de Azam Azam, un empresario, israelí detenido en octubre bajo acusación de espionaje. Poco antes de salir hacia El Cairo, Netanyahu declaró que el tema de Azam, cuyo juicio ha sido anunciado para el 24 de abril, encabezaría la agenda de su reunión con Mubarak.
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