_
_
_
_
Entrevista:

"Madrid ha perdido la efervescencia musical de hace veinte años"

Enrique Valiño no es ningún principiante que digamos. Veinte de sus 38 años le han contemplado encaramado a los escenarios madrileños, desde la añorada Romántica Banda Local (aquellos de "Y miraré cómo te pierdes entre el humo del escape del bus"), hasta el presente esperanzador de Elementales, el grupo que formó hace cinco temporadas junto al guitarrista Josete Ordóñez. La gran ciudad ha sido siempre un referente básico en la música de este cuarteto instrumental, que se estrenó, no en vano, con un tema significativamente titulado Camino de Pan Bendito. Tras dos álbumes muy aplaudidos por la crítica, Elementales y Al baño María, Valiño, Ordóñez y sus dos compañeros de aventuras -Brujas Perdomo y Marcos Herreros- prueban de nuevo fortuna con Elementa latina, un tra bajo en el que el sonido aflamencado de sus inicios pierde fuerza en favor de ambientes cada vez más urbanos. Algunos de sus 15 temas dan buena idea de ello hasta en el título: Mairit, Carpetana diem o La ciudad de las doce de la noche.

Pregunta. Tirando de latinajos para titular el disco, ¿no teme que les tachen de culturetas o cosas peores?

Respuesta. No es nuestra intención, desde luego. Lo de Elementa latina no dejaba de ser un juego de palabras, por el parecido de la expresión con el nombre del grupo. Luego, caí en la cuenta de que incluía el nombre de un distrito madrileño y me pareció estupendo.

P. ¿Qué le ve de bueno a esta ciudad, que tanto la necesita a la hora de componer?

R. Me he ido empapando de ella de una forma natural. Madrid es mi caja de zapatos: aquí vivo, para lo bueno y para lo malo, y mis referencias son aquello que percibo a diario. Me recreo en lo cotidiano, en el sur como concepto poético -vivo en Usera- o en lugares concretos como el metro, el único sitio donde puedes encontrarte al más tirao junto a un diputado.

P. ¿Qué cosas han cambiado desde aquellos años épicos de la Romántica?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

R. Fundamentalmente, que ahora tengo entradas y alguna que otra cana,... La ciudad también ha perdido algo de la frescura y la efervescencia de entonces, y eso que la Romántica tuvo una existencia difícil: eran los tiempos del punk, la nueva ola y el rock urbano, y eso de que unos tipos se pusieran a cantar cosas como No me gusta el rock sólo se entendió en el ámbito universitario.

P. ¿Los años le han vuelto escéptico?

R. No hacia la música, pero sí con el entorno. Sigo creyendo que la música es una de las más grandes expresiones del ser humano.

Elementa latina. Discos Resistencia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_