La Asamblea francesa aprueba por 113 votos contra 61 la ley de inmigración
La Asamblea Nacional francesa aprobó anoche por 113 votos a 61 la ley de inmigración, la controvertida ley Debré. Antes había suavizado uno de los apartados al recuperar y mejorar un artículo incluido en el borrador y retirado en primera lectura. Tras el cambio, se concederá permiso de residencia temporal a todo "extranjero no polígamo que acredite vivir en Francia habitualmente desde hace 15 o más años".
Como estaba previsto, la aplastante mayoría gubernamental en la Asamblea se impuso después de tres días de intensos debates y ahora las escenas y enfrentamientos se repetirán en el Senado los próximos días 11 y 12 de marzo. La votación se produjo después de que la regularización parcial sobre el derecho a residencia temporal. en determinadas condiciones hubiera sido anulada por los diputados ultras (como se conoce a los gaullistas partidarios de una alianza con el neofascista Frente Nacional), recuperada por los senadores y ampliada ayer a propuesta del propio Gobierno, deseoso de sacudirse las acusaciones. de xenofobia.Por lo demás, el debate de la ley prosiguió con una lentitud exasperante y un notable desorden. La lluvia de enmiendas lanzada desde los bancos socialistas, con el propósito de retrasar todo lo posible la aprobación y hacerse perdonar su apatía en los primeros trámites parlamentarios, hizo que las discusiones fueran incomprensibles por momentos. Fue un infructuoso modo de impedir lo inevitable, el holgado triunfo de la propuesta gubernamental.
El propio presidente de la Asamblea, Philippe Séguin, tuvo que interrumpir la sesión unos minutos porque se había perdido la cuenta y se ignoraba qué enmienda se discutía en ese. momento.
El obstruccionismo de la izquierda hizo también que algún diputado conservador perdiera la compostura. El gaullista Robert Pandraud, ex ministro de Seguridad Pública, subió a la tribuna para clamar contra la "sodomización del debate". El presidente Séguin le reclamó "un poco de dignidad", y el socialista Julien Dray consideró que "respecto a la sodomización, muchos hombres y mujeres tienen cosas más importantes que hacer".
El enfrentamiento entre el Gobierno francés y el Parlamento Europeo, a raíz del proyecto de ley de inmigración, siguió coleando por ambos bandos. El ministro de Asuntos Exteriores, Hervé de Charette, reiteró, que el Europarlamento había cometido "una intromisión intolerable" en los asuntos internos de Francia al pedir que el texto fuera retirado. La alcaldesa socialista de Estrasburgo, Catherine Trautmann, consideré, en cambio, que la durísima queja expresada el martes por el presidente Chirac al presidente de la Eurocámara, José María Gil-Robles, constituía "una señal de desprecio hacia Europa". La diputada socialista europea Catherine Lalumiére, impulsora de la conflictiva moción, denunció 'también la "falta de cortesía" en el trato dispensado a Gil Robles en París y consideró, que la reacción del Gobierno francés constituyó "una gran torpeza y una muestra de extremo nerviosismo".
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