Belloch considera al Pacto "un enfermo de muerte"

El día después de la reunión de la Mesa de Ajuria Enea sirvió para confirmar el moderado optimismo con el que los firmantes abandonaron el pasado viernes el palacio presidencial. Todos los partidos -salvo HB, que pidió la disolución- coincidieron ayer en que las diferencias ideológicas son muy fuertes, pero expresaron su voluntad de seguir llegando a acuerdos en la segunda fase. El análisis más duro lo hizo Juan Alberto Belloch, ex ministro socialista de Justicia e Interior, al considerar que el Pacto es "un enfermo de muerte al que le han cerrado la herida en falso".Los ecos de la reunión y la confusión sobre el destino del documento del lehendakari, José Antonio Ardanza, que no fue debatido por haberse filtrado a la, prensa, dieron paso a nuevas voces sobre el futuro de esa segunda fase que los partidos se comprometieron a inaugurar. La mayor parte de las reacciones hicieron gala del voluntarismo político para interpretar el futuro de ese foro. Los partidos se reunirán cada tres meses de manera oficial después de trabajar en mesas discretas sobre todos los temas que se susciten, sin limitaciones de contenido.

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, adelantó ayer que "el desafío" de la segunda fase de Ajuria Enea es precisamente "el ir resolviendo y acercando posturas". También aclaró que "todavía está por ver si es válido el camino emprendido", algo que dependerá de que los partidos no se "atrincheren" en sus posturas.

Para Izquierda Unida y Unidad Alavesa, las nuevas herramientas de trabajo pueden ser válidas para desbloquear la situación, aunque todo está en manos de los propios partidos y su capacidad para limar las grandes diferencias que exhiben. El coordinador general de IU, Julio Anguita, dijo que la reunión del, viernes demuestra que los partidos tienen "muy buena voluntad", aunque advirtió que las diferencias son grandes".

Sin embargo, Belloch cree que la Mesa está herida de muerte. Es pesimista sobre su futuro y muy crítico con el papel de un foro que, según dijo, "se deteriora día a día". "El acto de ayer [por el viernes] me recuerda a un enfermo que tiene una enfermedad mortal y es sometido a una operación quirúrgica. Se le opera. No muere. Pero se cierra la herida en falso", dijo en la Cadena SER.

Réplica de Anasagasti

Un diagnóstico que no gustó al portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, lñaki Anasagasti. "Belloch comete un error al considerar al Pacto como un instrumento estrictamente policial", argumentó.Ajeno a debates que considera baladíes, el presidente de Eusko Alkartasuna (EA), Carlos Garaikoetxea, puso el dedo en lo que considera la madre de todas las batallas. "La Mesa no tendrá ningún futuro si las formaciones que la integran no abordan la discusión sobre el derecho de autodeterminación", subrayó.

La segunda fase de Ajuria Enea es un diseño del Gobierno vasco. Los tres partidos que soportan el Ejecutivo (PNV, PSE y EA) pactaron impulsarla en el programa con el que se instalaron en las instituciones tras las elecciones autonómicas de octubre de 1994.

El primer intento de poner en marcha el plan gubernamental para buscar una salida dialogada a la violencia se produjo a finales de 1995, pero se vio frenado en 1996 debido a que la oferta de una semana de tregua de ETA y la no desclasificación de los papeles del Cesid provocaron dos reuniones imprevistas de la Mesa.

El Gobierno también pactó cambiar el consenso como método de trabajo por mayorías cualificadas, aunque el viernes eso no se discutió.