'Publicoche' en ruta

Todo muy elemental. Por un lado, las grandes arcas comerciales, ávidas de originalidad para sus campañas; por otro, los jóvenes, de a pie, siempre necesitados de aIgún dinerillo extra. Dos avispados empresarios madrileños tomaron en consideración ambas evidencias hasta que se les encendió la lucecita: crear una sociedad que transformara los automóviles particulares en inéditos soportes publicitarios.Esa firma recién constituida se lama Logocar y acaba de lanzar por los madrileños andurriales los 5 primeros publicoches, que así han dado en bautizar al invento. Sus conductores, casi todos universitarios o recién incorporados al mercado laboral, se embolsan. 0.000 pesetas al mes sólo por circular con adhesivos publicitarios en el capó y los laterales.

Los padres del invento son Alejandro Palacio y Rafael Mahío, ambos de 32 años y con talentos complementarios: el uno, licenciado en arte; el otro, economista. Verso y prosa, creatividad pragmatismo. A Palacio y Machío les llamó la atención esos, "autobuses integrales" de la EMT que surcan la ciudad envueltos en vinilo, cual inmensas cestas de su permercado,y no se aguantaron las ganas de preguntar en Tráfico qué pasaría en caso de hacer algo parecido con un simple, utilitario. Eureka: si el mensaje no era violento, pornográfico o de caracteres fluorescentes, ningún problema, les respondieron. "Era un idea sencilla. Tampoco hemos inventado nada", afirman.

Así se fue gestando Logocar, que en su corta vida ya se ha, hecho con una base de datos de cientos de eventuales publiconductores. Cualquiera puede optar a esas 30.000 pesetas mensuales, siempre que no lleve su auto hecho unos zorros y que rellene un cuestionario sobre sus hábitos al volante. "Buscamos gente normal que haga vida normal", resume Machío, "y nos da lo mismo que el candidato se mueva mas por el barrio de Salamanca o por Usera. El anunciante pretende que su mensaje llegue a todas partes".

Una firma de tabaco americano ha sido la primera en promocionarse mediante tan innovador sistema, pero en cartera ya figuran próximos clientes de refrescos, cervezas; helados y agencias de viaje, entre otros. Todo inevitablemente. enfocado hacia un público joven y dinámico, admite Machío. Y razona "La gente mayor es más conservadora y le da más corte circular. con unas pegatinas en la carrocería. Algunos dicen que para ellos el coche y la mujer son sagrados..."

Al tandem Machío / Palacio: le sobra, de momento, el trabajo. El boca a boca ha surtido efecto y sus tres líneas telefónicas viven un permanente estado de saturación. Algunos llaman, incluso, para reclamar adhesivos desinteresadamente y "fardar con los amigos". Pero, en este caso, no se los dan.