_
_
_
_

Un portero robó un piso del que le dieron las llaves para regar las plantas

El portero de un inmueble de la calle del General Martínez Campos (Chamberí) fue detenido el martes bajo la acusación de robar supuestamente las pertenencias de una inquilina que le había dejado las llaves de su casa para que regase las plantas, según informó la policía. Los hechos se remontan a las navidades pasadas. Cuando la mujer regresó de las vacaciones, descubrió que en su casa habían entrado los ladrones y que habían robado cuadros, jarrones y relojes antiguos por valor de 4,5 millones de pesetas.La investigación policial, aunque constató que la ventana de la escalera había sido forzada, apuntó a que el piso había sido abierto con una llave falsa. La dueña, en su declaración, señaló que la única persona que había tendido acceso a las llaves de la vivienda era Eugenio S. S., el portero, a quien se las había dejado para que regase las plantas en su ausencia. La mujer, con todo, no albergaba ninguna sospecha contra el portero.

La resolución del caso llegó meses después de la mano del azar. Una mujer que recorría El Rastro entró en una tienda de antigüedades y reconoció uno de los cuadros robados a su vecina. Informó a su amiga y ésta a la policía. El anticuario, al ser interrogado, reconoció que se lo había comprado por 550.000 pesetas a un portero.

El pasado martes, Eugenio S. S. se entregó en comisaría. Aún guardaba parte del botín en el cuarto de calderas y en la sala de contadores de la finca.

Por otra parte, la policía ha detenido en el aeropuerto de Barajas a dos hombres que transportaban 3,6 kilos de cocaína. Uno, Conrad J., de 30 años, llevaba la droga distribuida en 100 bolas que se había tragado antes de emprender el vuelo. Al aterrizar a España, procedente de Río de Janeiro, despertó inmediatamente sospechas, sobre todo por sus "ojos rojos y sus labios secos", como señaló la policía. La radiografía demostró que ocultaba las bolas -cocaína recubierta de látex- en el intestino.

El segundo detenido, Raúl G. M., de 42 años, ocultaba la cocaína en el interior de dos figuras y en sus peanas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_