Descontrol con los colegios profesionales

El Pleno del Congreso de los Diputados vivió ayer un debate realmente paradójico cuando abordó la convalidación de las enmiendas introducidas en el Senado al proyecto de ley sobre medidas liberalizadoras del suelo y los colegios profesionales. En realidad, sólo había enmiendas sobre este segundo aspecto.La Cámara alta, en la que tiene mayoría absoluta el PP, había introducido varias enmiendas, la mayor parte de las cuales fueron rechazadas ayer por el propio partido que preside José María Aznar con el apoyo de Convergència i Unió. Fue el principal partido de la oposición, el PSOE, el que hizo una defensa de buena parte de aquellos cambios.

Entre las modificaciones introducidas en el Senado, y rechazadas ayer, se encuentra la que estipulaba que la publicidad de profesionales colegiados debe regirse por la ley General de Publicidad y atribuía a los colegios las facultades de suspensión y rectificación de la publicidad ilícita. En lo que todos los grupos están de acuerdo es en la liberalización casi absoluta de los honorarios y en que el ejercicio de las profesiones colegiadas se realice en régimen de libre competencia.

A la vista de este panorama y de este cúmulo de contradicciones, PP y CiU coincidieron en que el texto resultante del debate parlamentario no es bueno y en que la mejor solución es elaborar un nuevo proyecto de ley, específico para los colegios profesionales.

La guinda del desconcierto la puso una de las 13 votaciones a que dio lugar el debate. El portavoz de CiU, Francesc Homs, propuso sobre la marcha eliminar una palabra en la disposición derogatoria ("aranceles").

Esta propuesta sembró el desconcierto en el Grupo Popular, a juzgar por cómo votaron sus componentes: absolutamente divididos. Esa falta de sintonía provocó que la iniciativa de Homs fuera rechazada, puesto que el resto de los grupos votó en contra.