LA MODA DEL OBISPO

El obispo de Como, Alessandro Maggiolini, ha atacado el pret-à-porter acusándolo de acabar con la fantasía de los italianos, y se ha metido con los estilistas, que, a su juicio, vuelven anónimas a las personas. Monseñor se dice preocupado no sólo por la indecencia de la moda -posiblemente ha seguido con extrema atención los últimos desfiles todo transparencias de las colecciones parisienses-, sino por lo que aquélla uniforma, razón por la cual llama a los italianos a desobedecer la tiranía de los modistas y a hacerse los vestidos en casa. El riesgo de seguir la moda es "encontrarse casi todos iguales, como ocas puestas en fila" , advierte el prelado, que opina que "los hábitos de las congregaciones de monjas tienen más fantasía que el pret-à-porter de los jóvenes de hoy", y describe en la publicación Messaggero, dei Sant' Antonio el anónimo tipo: "Pendiente y cola de caballo para los adolescentes, incluso entrados en años. Vaqueros obligatorios, que valen y destacan más cuanto más viejos y sucios estén. Fantasía plana". El obispo de Como, uno de los más escuchados consejeros del Papa en materia de catecismo, lo será también, seguramente, a partir de ahora, en todo lo que se refiere a cortar trajes, actividad, según algunos, muy practicada en la curia romana.-