TESTAMENTO DE CINE
Pamela Harriman, la embajadora de Estados Unidos . recientemente fallecida en París, ha sorprendido con su testamento, como en las películas, a propios y extraños. Según una declaración de últimas. voluntades firmada sólo un mes antes de morir, la multimillonaria señora Harriman deja la mayor parte de sus bienes a su hijo Winston S. Churchill y a la que fuera esposa de éste, Mary, que en la actualidad están separados. Entre los bienes a repartir se encuentra una finca, con mansión incluida, en Middleburg (Virginia) -una de las localidades preferidas por Jackie Kennedy-, así como otra gran casa en el elegante barrio de Georgetown, en Washington, y otras dos propiedades en Nueva York y Long Island. Se repartirán, además, los muebles y los cuadros -Harriman poseía una muy notable colección de pinturas-, así como las joyas y el vestuario. Sin embargo, Harriman ha donado uno de sus cuadros más cotizados,el lienzo de Vincent Van Gogh titulado Rosas blancas, a la National Galery de Washington. Según The Washington Post, que publica los términos de su testamento, Harriman deja 250.000 dólares a cada uno de sus cuatro nietos, 100.000 dólares a su hermano, lord Edward Digby, 20.000 dólares para cada uno de sus dos jardineros, otro tanto para su cocinera y su peluquero y otros 10.000 dólares para su mayordomo. Janet Howard, que fue su ayudante durante años, no aparece en el mismo. Sí está, en cambio, el designado consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Samuel Berger, que será "consultor" de sus posibles biógrafos para contrastar los pormenores de su vida.-
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