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Bill Clinton cena con millonarios para recaudar fondos para los demócratas

Bill Clinton fue anoche la estrella invitada de la cena organizada por el Partido Demócrata en la casa de un millonario de Nueva York para recaudar fondos para futuras campañas electorales. Los demócratas esperaban recolectar al menos un millón de dólares con la velada. Mike McCurry, portavoz de la Casa Blanca, explicó que Clinton desea cambiar el sistema, pero que, "hasta que los contribuyentes no opten por la financión pública de la política" no va a ser menos que sus adversarios y seguirá utilizando los métodos tradicionales.

En su último discurso sobre el Estado de la Unión, Clinton exhortó al Congreso de EE UU a consensuar con él antes del próximo 4 de julio una ley que ponga coto a la escandalosa financiación de la vida política estadounidense. Pero ni la mayoría republicana del Legislativo, ni los correligionarios demócratas de Clinton parecen tener prisa por poner manos a la obra.La presunta urgencia de Clinton procede de la mala situación en la que le ha colocado el elevado coste de la campaña con la que obtuvo la reelección.

A los recaudadores del Comité Nacional Demócrata todo billete verde para la campaña de Clinton les pariecía bueno, incluido, según se está comprobando ahora, el procedente de particulares, empresas y quizá Gobiernos extranjeros. A cambio de las donaciones más generosas, los recaudadores ofrecían acceso directo al presidente.

Durante la pasada campaña electoral, los dos grandes partidos recaudaron un mínimo de 263,5 millones de dólares (casi 38.000 millones de pesetas) en concepto de soft money, casi el triple que en 1992, según The Washington Post. El 96% de los 141,2 millones recaudados por los republicanos procedió de grandes empresas o de sus propietarios y altos directivos. De los 122,3 millones cosechados por los demócratas, el 87% salió del bolsillo de esos medios empresariales y el 11% de los sindicatos. El resto fue entregado por pequeños contribuyentes.

Las leyes limitan las cantidades que los particulares pueden entregar a los candidatos y prohiben que éstos reciben dinero de empresas. Pero para superar este escollo fue inventado el sistema del soft money, el dinero sin límites que cualquier particular, empresa u organismo puede regalar a un partido político para sus "actividades generales".

Según The Washington Post, las tabacaleras, seguros médicos, las bebidas gaseosas y empresas de automóviles fueron especialmente generosas con los republicanos. Así Philip Morris entregó a los demócratas 496.000 dólares y a los republicanos 2.520.000; Coca Cola, 163.000 a los demócratas y 356.000 a los republicanos, y General Motors, 76.000 a los demócratas y 426.000 a los republicanos. También fue rumboso con el partido de Bob Dole y Newt Gingrich el empresario de la comunicación Rupert Murdoch, que le entregó 654.000 dólares frente a los 20.000 para los demócratas. Los problemas políticos y legales que afronta Clinton son debidos a la participación de un grupo indonesio y de la Embajada china en Washington en la financiación de su campaña.

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