Estevill negoció extrajudicialmente dos casos con dos presidentes del BCH

El ex magistrado Luis Pascual Estevill, en prisión por cuatro presuntos delitos de cohecho cometidos mientras era juez, negoció con los dos presidentes sucesivos del Banco Central Hispano aspectos relacionados con casos que él instruía y en los que el banco estaba imputado. Según fuentes jurídicas, hubo un contacto directo entre Estevill y Alfonso Escámez, ex presidente del BCH, por el caso Macosa, mientras que en el caso Indelso fueron abogados cercanos al ex juez quienes se entrevistaron con el actual presidente, José María Amusátegui.

Alfonso Escámez, ex presidente del BCH, en sus declaraciones ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) negó conocer la existencia de pagos de su banco a Estevill, aunque reconoció que el 14 de diciembre mantuvo un contacto en el hotel Ritz de Barcelona con el ex juez, un día antes de su declaración ante él.Según fuentes cercanas al caso, en la reunión Estevill explicó a Escámez las preguntas que le iba a formular al día siguiente. Las mismas fuentes señalan que el encuentro fue "sumamente cordial" y acabó con el comentario del juez al banquero de que "no debía preocuparse".

El contacto se produjo tras una cena en un reservado a la que asistieron Alfonso Escámez; el consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat, Maciá Alavedra, y Luis Magaña, entonces presidente de Fecsa, ya fallecido. La factura de la cena previa y las copas posteriores entre Escámez y Estevill fueron pagadas por la compañía CEPSA.

Escámez declaró ante Estevill al día siguiente, a pesar de que el ex juez había firmado el 4 de diciembre su inhibición del caso en favor del entonces titular de delitos monetarios de la Audiencia Nacional, Miguel Moreiras.

Si bien Escámez niega los pagos, varios testigos han declarado que uno de los hombres fuertes del grupo industrial del BCH, el ya fallecido Luis Magaña, vicepresidente de CEPSA y presidente de la eléctrica Fecsa, ordenó el pago de 50 millones de pesetas de la caja de Fecsa para ayudar a Eduardo Santos, ex presidente de Macosa, y su equipo a pagar la extorsión que exigía Estevill para evitar así que los directivos del grupo fueran a prisión.

Dichos testigos aseguran que Magaña incluso estuvo presente en la comparecencia de Eduardo Santos ante el juzgado de Estevill con los talones que demuestran que el juez había comunicado con antelación el importe de la fianza que les impondría. El dinero recogido para el ex juez fue entregado a Juan Vives, abogado de Fecsa. La suma era de 81 millones, que Vives asegura haber entregado a Juan Piqué Vidal para que se lo hiciera llegar a Estevill.

Uno de los detalles sobre los que está investigando el juez, siempre en relación con el caso, Macosa, es la propiedad del vehículo Mercedes deportivo, matrícula de Suiza, con el que Estevill acudió al juzgado a tomar declaración a alguno de los imputados.

El juez que instruye la, causa contra Estevill investiga también otro presunto pago, también de 50 millones, que el grupo BCH pudo haber realizado a Estevill.

La segunda de las negociaciones entre el BCH y el ex juez Estevill se efectuó con motivo del caso Indelso, que llevó a prisión a dos de los principales ejecutivos de las aseguradoras del BCH, los entonces presidente de la compañía de seguros La Estrella, Miguel de los Santos Geijo, y director general del Banco Vitalicio, José Luis Pérez Torres.

En este caso, los directivos del banco, con José María Amusátegui y Luis Magaña a la cabeza, se reunieron con Juan Piqué Vidal y Juan Vives Rodríguez de la Hinojosa, entonces secretario de Fecsa. Los directivos del BCH se entrevistaron también con Maciá Alavedra en su domicilio particular, "porque estaban muy preocupados ya que estaban a punto de realizar una gran fusión de las aseguradoras con sede en Cataluña que incluso debía cotizar en la Bolsa de Nueva York", según fuentes conocedoras de la reunión. El consejero de Economía les reunió en su domicilio porque se encontraba enfermo de gripe.

Eduardo Santos ha declarado ante el juez que Magaña le había revelado que, como en el caso Macosa, el grupo BCH había tenido que ceder al chantaje y pagar.