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El Reino Unido pide a España que levante las restricciones a Gibraltar al integrarse en la OTAN

Miguel González

El Reino Unido quiere que la plena integración militar de España en la OTAN vaya acompañada del levantamiento de las restricciones impuestas a Gibraltar, que afectan especialmente al tráfico aéreo y marítimo con origen o destino en el Peñón. Londres pretende arrancar esta concesión como contrapartida por la desaparición del actual mando de la OTAN en Gibraltar (Gibmed), pero Madrid no entiende por qué tiene que pagar lo que considera que es una consecuencia lógica de la reforma de la estructura militar de la Alianza Atlántica y no una cesión británica.

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Bloqueado el diseño de la estructura militar

A pesar de que España y el Reino Unido se han esforzado por evitar que el contencioso sobre Gibraltar enturbie las negociaciones para la plena integración española, la petición de que se levanten las restricciones ha puesto el tema sobre la mesa.Las limitaciones impuestas por las autoridades españolas afectan al tráfico aéreo y marítimo de Gibraltar, ya que España no permite que los buques que atraquen en el Peñón puedan hacer escala a continuación en ningún puerto español, ni que los aviones con destino u origen en el aeropuerto gibraltareño aterricen en España o sobrevuelen el espacio aéreo nacional, salvo en caso de emergencia, lo que les obliga a rodear la Península y complica sus operaciones de aterrizaje y despegue en la Roca.

Esta última limitación se aplica con rigor a los vuelos de Estado y militares y no tanto a los civiles con los que, por razones de seguridad, las autoridades españolas hacen la vista gorda. Como consecuencia de esta postura, las Fuerzas Armadas españolas no participan en maniobras en las que intervengan buques o aviones que hagan escala en el Peñón.

El Reino Unido argumenta que, con la integración militar de España en la OTAN y la supresión del mando aliado de Gibraltar (Gibmed), estas restricciones ya no tienen sentido, por lo que ha pedido que se levanten. España entiende, por el contrario, que la desaparición de Gibmed no es una concesión británica por la que haya que ofrecer contrapartidas, sino una consecuencia de la reforma de la estructura militar de la OTAN, que conlleva la eliminación de todos los mandos de cuarto nivel, como el que está ubicado en el Peñón.

No todas las restricciones tienen, sin embargo, el mismo carácter. Mientras España podría llegar a considerar un eventual levantamiento de las limitaciones al tráfico marítimo, no ocurre lo mismo con las que afectan al tráfico aéreo, según las fuentes consultadas.

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Éstas últimas se basan en la negativa española a aceptar la legalidad del aeropuerto gibraltareño, construido sobre el istmo que une la Roca con la localidad gaditana de La Línea, un territorio ocupado ilegalmente por los británicos, ya que no fue cedido en el Tratado de Utrecht (1713). España teme que levantar las restricciones al aeropuerto equivalga a un reconocimiento de la soberanía británica sobre el istmo.Por otra parte, el comandante supremo de la OTAN en Europa (Saceur), el general norteamericano George A. Joulwan, ha ofrecido a España ser la sede de la futura División Multinacional del Suroeste. La OTAN cuenta ya con una División Multinacional Centro, con base en Rheindahlen (Alemania), y desde hace años tiene el proyecto, nunca materializado, de poner en marcha una unidad similar en el sur de Europa.

La propuesta ha sido acogida con frialdad en Madrid, donde se teme que se trate de un "premio de consolación" por no satisfacer las aspiraciones españolas en la actual negociación de la estructura de mandos. España ha aceptado que su futuro mando aliado tenga carácter "subregional" (un rango menor al de Lisboa), pero aspira a llenarlo de contenido, haciéndolo conjunto (de los tres ejércitos) y combinado (multinacional).

Por el contrario, los responsables militares de la OTAN prefieren contar con dos potentes mandos "componentes" (uno naval y otro aéreo) en el Mediterraneo y dar un carácter básicamente terrestre a los mandos subregionales, como los que ya hay en Grecia, Turquía e Italia y habrá en España. La futura División Multinacional Suroeste pertenece, además, a la estructura de fuerza de la OTAN, que no ha empezado a discutirse y cuyo peso político es inferior a la estructura de mandos.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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