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El director de la Policía instruye a los agentes sobre cómo han de cortarse el pelo y las patillas

Jan Martínez Ahrens

El director general de Policía, Juan Cotino, ha decidido instruir a sus agentes en las más elementales normas de aseo, corte de pelo, afeitado de patillas, longitud de barba, anudado de corbata y cierre de camisa. Este manual, que incluye la prohibición de meterse las manos en los bolsillos o de que el pelo tape los "pabellones auditivos" viene detallado en una instrucción que será distribuida a todos los jefes de policía. La orden, además, regula el saludo de los agentes hasta en el movimiento de la gorra y reincorpora el antiguo "a sus órdenes" -al que impide añadir cualquier expresión que no sea "buenos días" o "buenas noches"-. El Sindicato de Policía Unificada (SUP) ha criticado la orden por "atávica".

, La instrucción de la Dirección General de Policía, a, la que EL PAN ha tenido acceso, sostiene que entre las caracteríscas de una organización jerarquizada se encuentra la uniformidad, la correción en el comportamiento y en el trato, así como el respeto entre sus miembros y su proyección a los ciudadanos. Estos hechos hacen necesaria, según la orden, una regulación "más detallada" de la uniformidad y el saludo.En relación al aspecto externo de los agentes, la instrucción establece 12 puntos. Así, en uno de los apartados prohíbe que los policías se metan las manos en el bolsillo -"postura contraria al decoro y a la imagen propia de los servidores públicos"-; en otro, impide que se fumen un cigarrillo en un lugar público, y en un tercero regula el uso de la "prenda de cabeza" hasta el punto de especificar qué se ha de hacer exactamente con ella una vez quitada.

"El uso de la prenda de cabeza será obligatorio durante la prestación del servicio, a excepción de cuando se esté en lugares de descanso o en el interior de vehículos o cuando las circunstancias del servicio así lo aconsejen. Cuando se esté descubierto, la prenda de cabeza se colocará en el lado izquierdo entre el brazo y el tronco y con la parte delantera de la misma al frente", señala la orden.

La instrucción del director general también da un repaso a los botones del uniforme -"todos irán perfectamente abrochados"-, capítulo en el que dedica. especial atención al botón del cuello de la camisa, del que dice taxativamente que será la pieza sobre la que "se ajustará debidamente la corbata".

Sin pendiente

Los agentes, una vez con la camisa abrochada y la gorra bien puesta, han de olvidarse de lucir cualquier pendiente o pulsera -"por el riesgo que puede entrañar para cualquier intervención policial"- y han de cuidar de ir con las prendas limpias y en buen estado.Llega entonces el momento cumbre: el corte del pelo, de las patillas, de la barba... "En los hombres", dice la norma, "el corte de pelo dejará ver la totalidad de los pabellones auditivos y no ocultará el cuello de la camisa o guerrera. Las patillas deberán quedar cortadas horizontalmente y no descenderán por debajo de la mitad del pabellón auditivo. En el caso de que se use barba, se llevará arreglada y con una longitud máxima que permita ver el nudo de la corbata".No muy distinta es la ordenanza para las mujeres: "En ellas el peinado no impedirá que la cara esté completamente despejada o visible, dejando ver los pabellones auditivos y el cuello de la camisa o guerrera". . Una vez finalizado el repaso a la perfecta uniformidad, el director general se adentra en el envarado capítulo del saludo. Y para despejar cualquier duda sobre su importancia, pone desde un principio en claro su esencia: "El saludo es, una manifestación de respeto y consideración a los superiores jerárquicos, corrección con los iguales y subordinados, y de cortesía y deferencia hacia los ciudadanos. Se deriva de los principios de jerarquía y subordinación".

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Establecido este marco general de la salutación, la instrucción repasa minuciosamente sus destinatarios, que no son pocos: superiores jerárquicos, iguales, subordinados, autoridades, símbolos de las instituciones constitucionales y autonómicos, y ciudadanos a los que se dirijan o que les requieran.

Queda aún por resolver la forma y el contenido del saludo. Se trata este de uno de los aspectos más detallados de toda la instrucción. En su aspecto oral destaca que los agentes sólo puedan decir "a sus órdenes" y, en el mejor de los casos, añadirle voluntariamente la coletilla "buenos día", "buenas tardes" o "buenas noches", según corresponda. "Pero sin que en ningún supuesto", afirma la instrucción, "puedan estas expresiones sustituirse por otras usadas habitualmente en los saludos ordinarios o en el lenguaje coloquial". Desaparecen, pues, saludos del tipo hola, bienvenido, qué tal...

Otra complejidad aportada por la instrucción procede del propio ritual del saludo. Este se efectuará siempre de pie y será activado por el policía de inferior categoría. Se trata de una fórmula que no carece de protocolo: "Cuando se vista de uniforme y si se lleva puesta la prenda de cabeza, se saludará llevando la mano derecha extendida y con los dedos unidos de forma natural, hasta tocar con el dedo corazón el botón lateral derecho de la gorra o, en su lugar, en otras prendas reglamentarias de cabeza, bajando la mano seguidamente (saludo simbólico)".

Todo un alarde de precisión, que se complica aún más si el policía en cuestión no lleva su gorra. En este caso, y para fatiga del agente, el saludo se efectuará no sólo de pie, sino con los brazos situados en paralelo con el cuerpo y los pies juntos.

Las dos únicas excepciones a la obligación del saludo proceden del encuentro con varios superiores -entonces sólo hay que dirigirse al de mayor categoría- o al trato en lugares de trabajo común, donde sólo se deberá efectuar la primera vez que se coincida.

La ira del SUP

La instrucción, que ayer fue debatida ante el Consejo de Policía, ha sido criticada por el Sindicato Unificado de Policía (SUP). "Nos preguntamos si no hay asuntos más importantes y trascendentes que éste. Sobre todo cuando se trata de un tema en el que nunca ha habido problemas. Ni de higiene ni de convivencia. Pero además, nos sentimos molestos, como muchos otros en el cuerpo, porque falta al respeto. Parece que la policía no sepa cómo asearse. Fíjese, si hasta nos dicen cómo hemos de llevar nuestra higiene personal", señaló el secretario de Acción Sindical del SUP, José María Benito.Este sindicato también censuró la "insensatez" que implica regular cómo ha de ponerse la gorra incluso cuando no se lleva en la cabeza. El SUP tampoco se mostró de acuerdo con la obligatoriedad del "a sus órdenes". "Se trata de una expresión más propia de la Guardia Civil o de cualquier cuerpo militar. Pero nosotros queremos que se nos trate como policías, no como soldados, eso ya hace tiempo que pasó", afirmó Benito.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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