Representantes de la judicatura y la política despidieron al magistrado Martínez Emperador

Representantes del estamento judicial y numerosos políticos asistieron ayer, con dolor y emoción contenidos, a las honras fúnebres de Rafael Martínez Emperador en el Salón de Pasos Perdidos del Tribunal Supremo. El cadáver del magistrado asesinado por ETA a la puerta de su domicilio en Madrid fue inhumado a mediodía de ayer en la Sacramental de San Justo, tras una misa corpore insepulto. Algunos jueces y magistrados confesaron ayer que el asesinato de Rafael Martínez Emperador ha generado una "sensación de desánimo e impotencia" en el seno de la judicatura.

, Junto a la viuda estuvieron los tres hijos y los nietos del magistrado del Supremo. Los niños fueron retirados sollozando a uno de los coches de la comitiva fúnebre poco antes de que ésta partiese para el cementerio. Entre los familiares se situó el ex ministro de Trabajo, José Antonio Griñán, sobrino de la víctima.Por parte del Gobierno asistieron el vicepresidente, Francisco Álvarez Cascos, y los ministros de Interior, Jaime Mayor Oreja; Justicia, Margarita Mariscal; y Defensa, Eduardo Serra. También acudió una amplia representación del PSOE, encabezada por Felipe González y en la que también estaban el vicesecretario general, Alfonso Guerra; el responsable de Relaciones Institucionales, José María Benegas; y el ex ministro de Justicia Enrique Múgica.

El estamento judicial estaba representado por el Tribunal Supremo en pleno, con su presidente, Javier Delgado Barrio. También asistieron el presidente del Tribunal Constitucional, Alvaro Rodríguez-Bereijo y el de la Audiencia Nacional, Clemente Auger; así como magistrados y jueces de Madrid y representantes de la Abogacía y el Ministerio Fiscal.

La misa funeral fue oficiada por el arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, quien condenó "el sinsentido y la locura" de los asesinos, que "no temen a Dios ni respetan la dignidad humana".

El último beso

En el llamamiento a los presentes a darse la paz, tanto González como los ministros Mayor Oreja y Margarita Mariscal apenas pudieron contener su emoción cuando la viuda, Isabel Díe, se acercó al féretro para besar por última vez el cadáver de su marido.

Cuando el féretro del magistrado era sacado a hombros e introducido en el furgón mortuorio que aguardaba a la puerta del Palacio de Justicia, las emisoras de radio comenzaban a difundir el nuevo atentado de ETA en Tolosa (Guipúzcoa), en el que cayó asesinado el industrial Patxi Arratibel. A la inhumación en la Sacramental de San Justo asistieron los familiares, amigos y magistrados más próximos a Martínez Emperador.

Antes del funeral, Margarita Mariscal realizó unas declaraciones a la Cadena SER en las que aseguró los miembros de la judicatura amenazados por ETA están protegidos. "Lo que pasa es que proteger a todos y cada uno de los ciudadanos contra la barbarie es imposible".

Algunos magistrados consultados ayer por Servimedia admitieron el "desánimo y la impotencia que ha generado el atentado contra Martínez Emperador. "Parece que nos han ganado la batalla y nos tienen agotados", manifestó uno de estos jueces que prefirió mantener, el anonimato. Pese a todo, los magistrados consultados no creen que, en este momento, la judicatura sea objetivo principal de ETA. "Te pueden asesinar comprando un kilo de peras sin necesidad de que seas juez", señaló un magistrado.