Compagnoni ejerce de Tomba

, La italiana Deborah Compagnoni se convirtió ayer en la reina de los Mundiales de esquí alpino de Sestrieres 97 al añadir otro oro al logrado el miércoles en el eslaIon. Compagnoni revalidó el título en el eslalon gigante logrado en Sierra Nevada, en una prueba en la que la granadina María José Rienda acabó novena.Compagnoni cumplió con las expectativas y ganó una prueba en la que ya marcó con claridad el mejor tiempo en la primera manga (1m 17,64s), con una ventaja de 73 centésimas sobre la suiza Karin Roten. La italiana y la helvética conservaron sus plazas tras el segundo recorrido, en el que Compagnoni completó un crono global de 2m 39,19s, inferior en 80 centésimas al de Roten, que ayer también se colgó al cuello su segunda medalla en estos Mundiales, después del bronce logrado en el eslalon.

La francesa Leila Piccard, que había sido duodécima, experimentó una sensacional progresión en la segunda manga, en la que marcó el mejor tiempo -1m 21,37s, mejor en 18 y 25 centésimas que los de Compagnoni y Roten, respectivamente- y ascendió al tercer puesto arrebatándole el bronce a la austríaca Anita Wachter, que había entrado tercera en el primer acto.

La aragonesa Ana Galindo, que partía como la principal opción del equipo español en esta prueba (a principios de la temporada obtuvo un brillante cuarto puesto en el gigante de Soelden -Austria-), quedó eliminada en la primera manga. La esquiadora de Candanchú, que tomó la salida con el dorsal número 9, tuvo problemas iniciales para encontrar su ritmo y se salió pasada la parte intermedia del trazado.

Rienda brilla

El equipo español demostró sus recursos en la única prueba en la que se deja ver entre la élite alpina internacional. Y esta vez la granadina María José Rienda logró brillar. Con un dorsal elevado -el 33-, la deportista de Sierra Nevada logró un sensacional octavo tiempo en la primera manga (1m 19,21s), que la situó provisionalmente a sólo 46 centésimas del bronce. En sus segundos Mundiales, la andaluza efectuó su puesta de largo y, tras ceder un puesto, concluyó novena. De esta forma estuvo a punto de igualar el extraordinario octavo puesto de Ainhoa Ibarra en los Mundiales que se disputaron hace un año en Sierra Nevada.

La vizcaína ha estado toda la semana aquejada de un proceso vírico, pero a pesar de todo tomó la salida. Sin embargo, acusó la fiebre y, tras invertir cuatro segundos más que Compagnoni en la primera manga, no salió en la segunda. Para ella, que ha sufrido numerosos problemas físicos y de adaptación al material, a partir de hoy comienza la próxima temporada.

Compagnoni se ha convertido para la afición italiana en la versión femenina de su gran ídolo, la bomba Tomba, y ayer lo igualó en el número de medallas en alta competición: cinco en total. Aunque la esquiadora, de 26 años, tiene tres títulos mundiales -los dos de Sestrieres y el de Sierra Nevada- y dos olímpicos -supergigante en Albertville 92 y gigante en Lillehammer 94-, el boloñés es triple oro olímpico y doble mundial.

Ayer Compagnoni demostró que en estos mundiales reina ella: ha cumplido con su objetivo para esta temporada. Las demás podrán repartirse otros premios. La alemana Katja Seizinger y la sueca Pernilla Wiberg, quizá las más completas del circuito, se tuvieron que conformar son la quinta y la sexta plaza.

Por el momento, Noruega domina el medallero de los Mundiales con cuatro metales, dos de oro y dos de plata, seguida por Italia y Suiza, también con cuatro, mientras que Austria marcha en cuarta posición con dos medallas y Francia es quinta con una.