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Una sentencia legaliza en parte el pago de sobornos en Francia

Enric González

, Una sentencia del Tribunal de Casación francés (similar al Supremo español) ha dejado en suspenso una gran parte de los sumarios sobre corrupción, al señalar que el pago de sobornos por parte de las empresas puede ser legal, siempre que responda a intereses comerciales. La jurisprudencia establecida por el alto tribunal limita el alcance del delito de "abuso de bienes sociales", el más comúnmente utilizado por los fiscales en los casos de corrupción, y obligará al Gobierno a llenar rápidamente el vacío legal abierto en un área jurídica muy sensible. El efecto político de la sentencia es muy grave, ya que puede ser interpretada como una amnistía encubierta.En el caso que ha creado jurisprudencia, el Tribunal de Casación considera que el soborno (20 millones de pesetas al cambio actual) pagado por la empresa Kis a un intermediario, Michel Botton, para que mediara ante su suegro, el ministro Michel Noir, con el fin de que éste redujera las deudas fiscales contraidas por la sociedad, era legítimo ya que había tenido "el efecto de minorar sustancialmente la deuda de Kis respecto al Tesoro Público". Efectivamente, la ley afirma que los dirigentes de las sociedades anónimas cometen delito si dan "a un bien o un crédito de la sociedad un uso que saben contrario al interés de la misma".

Comisiones ocultas

Hasta ahora se consideraba que toda comisión oculta era contraria al interés de la empresa ya que la obligaba a delinquir frente a Hacienda (el pago era negro) y frente a sus accionistas (el pago no se reflejaba en los balances). La nueva interpretación literal del "abuso de bienes sociales" abre un enorme agujero en la Ley sobre Sociedades Anónimas y legaliza de hecho el pago de comisiones, algo que venía reclamando la Confederación Nacional de Patronos Franceses.

"Aunque resulte chocante, hay casos en que un acto ilícito puede ser de interés para la empresa", dijo hace meses Philippe Bissara, presidente de la comisión jurídica de la patronal y secretario general de Alcatel-Alsthom. El abogado Jean Loyrette, especializado en derecho mercantil, afirmó el pasado fin de semana que las comisiones ocultas eran imprescindibles para ganar mercados "frente a la competencia mundial". "La realidad es la que manda", remachó.

El tipo de corrupción más habitual en Francia durante los últimos años se ha basado precisamente en las comisiones ocultas: una empresa paga una suma a un dirigente político a cambio de un contrato público, y éste la utiliza para financiar su partido o para usos estrictamente personales. Más de un centenar de grandes empresarios están actualmente procesados por hechos de este tipo, y la sentencia del Tribunal de Casación garantiza su absolución si el fiscal ha utilizado la acusación convencional de "abuso de bienes sociales" en lugar del mucho más difícil de probar delito de "corrupción".

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