LAS CHICAS, MODOSITAS
Eugenio y Carlo Cavallo, dos médicos del ambulatorio de la Seguridad Social de Salizzole, pequeña localidad italiana cercana a Verona, han revolucionado a la clientela con una circular, a modo de decálogo de cumplimiento obligatorio, en la que, para ir abriendo boca, recomiendan a las pacientes que lleven la ropa interior limpia y en perfecto estado de revista. A juicio de los hermanos galenos, hay jovencitas de apariencia cuidadosa que van con la lencería hecha un solar, algo ante lo que puede cerrarse un ojo cuando se trata de personas de edad, dicen, pero que no conviene tolerar en la juventud. La circular aconseja también a las mujeres que no lleven ropa interior más apta para un strip-tease que para una visita médica, alusión textual que ha alzado en armas a un grupo de maridos de la localidad, que se preguntan qué tiene que ver el liguero con el fonendo o el encaje rojo con el recetario. El decálogo, tras exigir puntualidad, prohibir fumar, invitar a hablar en voz baja y solicitar que se controle rígidamente a los niños en la consulta, pide a las clientas que no destrocen las revistas ni deterioren los muebles; afirma que a las preguntas del médico hay que responder con la máxima sinceridad, "incluso cuando se trate de confesar algunos cuernecillos", y termina sugiriendo que si la clientela encuentra amables a sus médicos -es decir, a ellos- pueden obsequiarles con regalos en Navidad. La alcaldesa de Salizzole, Lucciana Marocchio, de 37 años, ha calificado la circular de ofensiva y ha dicho que en su pueblo la gente es civilizada y limpia, "incluidas las mueres", que, faltaría más, van siempre por dentro como los mismísimos chorros del oro.- ,
