Javier Rosado se proclama escritor de "relatos crueles"
, Javier Rosado, cabecilla del llamado crimen del rol, proclamó durante el último día de la vista su pasión por el género negro y la literatura de ficción. Subido al estrado de la Sala Segunda de la Audiencia Provincial, confesó su pasión por la narración y la literatura fantásticas, no sin antes reconocerse como un escritor "aficionado": "En mi casa tengo 3.000 libros catalogados en varios géneros". Entre ellos figura, según comentó, el Código Penal.Durante las cinco sesiones del juicio, el único título mencionado en la sala por acusados, peritos y abogados fue un libro de cuentos de Michael Ende. "Me encanta", dijo Rosado sobre el escritor, al que se refirió, en un tono didáctico y arrogante, como "el autor de La historia interminable, una pieza de la literatura infantil".
Al final, el principal encausado insistió en que sus relatos de terror son sólo producto de la ficción y nunca de la realidad. También justificó la " crueldad" del diario en el que describió la agonía de Carlos Moreno y los pasos previos de la noche del crimen, una prueba determinante para el fiscal, al señalar que, cuando escribe una historia de ese tipo, siempre trata de que sea "lo más terrorífica posible". "Además de los relatos de terror, también escribo cuentos y poesía", añadió Rosado en un tono suave, sin entrar en más detalles sobre su faceta literaria.
El supuesto ideólogo del crimen finalizó su argumentación con una defensa de su juego favorito: "Razas no es violento y no tiene nada que ver con este caso. En este asunto, el juego del rol no pinta nada".
Antes de despedirse del tribunal, Rosado pronunció varias palabras sobre su relación con Félix M., el presunto coautor del asesinato. Primero desmintió que ambos urdieran un pacto para hacerse pasar por locos si les descubría la policía, como afirmaron las psicólogas Blanca Vázquez y Susan Estebán en la sesión celebrada el pasado jueves. "De haber existido ese entendimiento entre Félix y yo, habríamos destruido las pruebas en vez de seguir jugando al rol". Luego añadió que se llevaba "muy mal" con Enrique M., que fue quien denunció los hechos a la policía.
Rosado no olvidó en su discurso a los periodistas que han seguido el juicio durante la semana, y acusó a la prensa "de varias meteduras de pata", como considerarle un psicópata o acusarle de manipular y manejar a Félix M. A los abogados también les dedicó un capítulo de su intervención. Dirigiéndose a los letrados, destacó que habían dicho muchas incoherencias. Finalmente, indicó que en la cárcel le prohibieron acceder a cualquier tipo de información sobre su caso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.