El principal acusado del 'crimen del rol' niega ser "un Ioco o un psicópata"
, Javier Rosado, el principal acusado del crimen del rol, rompió ayer su silencio para desmontar la principal argumentación de su abogado defensor. "No estoy loco, no soy un psicópata y no soy violento", declaró ante el tribunal que le juzga minutos antes del final de la vista. Rosado, para quien el fiscal pide 47 años de cárcel por acuchillar hasta la muerte al empledo de limpieza Carlos Moreno en 1994, se había negado anteriormente a declarar ante los magistrados porque "ni tenía información, ni conocía los informes periciales".
El juicio contra los acusados de transformar en macabra realidad el juego de rol Razas, cuya acción consistía en "matar a gente", quedó ayer visto para sentencia. Rosado y Félix M., los principales encausados (Javier E. ha sido juzgado por encubrimiento y los cargos contra Jacobo P. han sido retirados), traspasaron una noche esa frontera imaginaria, según el fiscal.
Con las fluidas palabras de Rosado acabó en la Audiencia Provincial un juicio en el que ni siquiera diez peritos forenses se pusieron de acuerdo sobre el estado mental del ideólogo del macabro juego. Para unos es un " esquizofrénico paranoico" y para otros "un psicópata".
Rosado aprovechó el final de la vista para repasar las notas que tomó durante cinco días en un cuaderno rojo. De antemano resaltó que no entendía por qué caía sobre sus espaldas la mayor carga de culpabilidad. En tono alto y claro, resaltó: "Se dice que soy inteligente, pero lo que parece es que soy muy burro". Rosado justificó sus sonrisas en el juicio por ser taoísta (una de las tres grandes corrientes del pensamiento chino), doctrina que practica para "hacer el bien, ser amable, sonriente y considerado con todo el mundo". El encausado no valoró los hechos de la noche del crimen porque no los recuerda, y explicó que él Ilevaba el cuchillo pequeño", con lo que culpó de la muerte de Carlos Moreno a Félix M. Éste, en cambio, acusó a Rosado del acuchillamiento.
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Una forma de distracción
El supuesto coautor del crimen pide perdón a la familia de la víctima y a la sociedad
Tras escuchar al principal encausado, el hijo de la víctima, también de nombre Carlos Moreno, indicó: "Se le está dando por loco [a Rosado], cuando al final ha dicho que no fue el único que participó en el crimen". "Espero", continuó, "que los dos acusados cumplan las penas en su integridad. Estoy seguro de que esta gente, de salir en libertad, volvería a hacer lo mismo. Lo primero, porque les gustó; lo segundo, porque lo iban a hacer de nuevo cuando fueron detenidos".El abogado defensor de Rosado , Luis Rodríguez Ramos, solicitó que se exima de toda culpa a su cliente por enajenación mental y pidió su reclusión indefinida en un centro psiquiátrico: "Sería la medida más conveniente para evitar posibles problemas en un futuro para una persona con una patología grave que anula o vicia su capacidad de querer y entender, como afirmó el psiquiatra Juan Carrasco".
El letrado apuntó que un centro psiquiátrico "viene mejor para la defensa social y resulta más justo a la hora de no reprochar a una persona algo que no sabe por qué lo hizo, ni cómo, ni cuándo". Luis Rodríguez Ramos calificó el delito como homicidio y no como asesinato. Según el catedrático, en los hechos "no concurren la conspiración, el ensañamiento, la premeditación y la alevosía [que convierten un homicidio en asesinato]". El abogado de la familia de la víctima, Javier Saavedra, destacó que Rosado es una persona "normal, inteligente y responsable". "Con sus declaraciones", añadió, "Rosado ha confirmado toda la argumentación de los peritos de la acusación. Al final ha hecho una confesión de parte".
El coautor del crimen del rol, Félix M., también subió al estrado. Conmovido y con lágrimas en los ojos, pidió perdón "a la sociedad y a la familia" de la víctima por si "en alguna forma" participó "en el asesinato de Carlos Moreno". Su abogado, José Manuel Díaz Patón, pidió benevolencia para su defendido "por no poder gobernar su mente y actuar bajo la influencia de Javier Rosado, su padre y líder espiritual, a quien no era capaz de negar nada".
El fiscal concluyó que los dos acusados no están locos y pidió 47 y 34 años de prisión, respectivamente, para Javier Rosado y Félix M. Para el ministerio público, ambos son responsables de sus actos. Asimismo, solicitó seis años de cárcel para Javier H. por conspirar para cometer un segundo crimen. Su defensor, sin embargo, pidió la absolución "por haber interpretado los hechos en clave del juego".
Tomás Rosón, el abogado de Jacobo P., a quien el fiscal exculpó de todos los cargos, mostró su perplejidad por el trato recibido por su defendido: "Se le ha tenido procesado durante un año, con los inconvenientes que ello supone. La fiscal no justificó por qué lo procesó ni por qué retiraba los cargos. Es sorprendente".
El tribunal tiene que decidir ahora si Javier Rosado es un psicópata, es decir, una persona lúcida que encuentra placer haciendo daño, en cuyo caso iría a la cárcel, o un enajenado incapaz de discernir lo bueno de lo malo, por lo que acabaría en un psiquiátrico.
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