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Reportaje:

El misterio no era para tanto

Portugal descubre que la pérdida de sus colonias era el tercer secreto de la Virgen de Fátima

El tercer secreto de Fátima no revela ninguna tragedia futura para la humanidad. "No se trata de un acontecimiento de la historia futura. La Señora no apunta detalles sobre el fu turo ni se ocupa de la gran historia del mundo, pero procura ayudarnos en el camino de la fe". Eran palabras del cardenal Joseph Ratzinger, conoce dor del misterio, durante su visita a Fátima en el pasado mes de octubre. Las insistentes preguntas de los periodistas causaron la risa del cardenal, quien zanjó el asunto con brevedad: "La Señora no tenía criterios periodísticos ni quería crear expectación".Ayer, 80 años después de las seis apariciones, la re vista portuguesa Visâo revelaba el mis terio, citando como fuentes a la hermana Lucía, la única vidente de la Virgen que sigue con vida, y a algunos miembros del Vaticano conocedores del enigma. En la aparición del 13 de julio de 1917, la Virgen de Fátima transmitió a tres pastorcillos portugueses un mensaje dividido en tres par tes: la inevitabilidad del infierno para los pecadores, la con versión de Rusia y (¡por fin) la desintegración del imperio colonial portugués por la acción del comunismo internacional. El semanario sostiene así la tesis del sacerdote luso y catedrático de la Facultad de Letras de la Universidad de Coimbra José Geraldes Freire, que defendió sus argumentos durante una conferencia pro nunciada en el convento del Carmelo, donde la hermana Lucía de Jesús, enclaustrada desde hace décadas en el monasterio y presente en al acto, no puso objeción alguna a sus consideraciones.

A juicio de Geraldes Freire, había tres explicaciones para el secreto: la guerra nuclear, la escisión de la Iglesia católica y la caída del colonialismo portugués. El primer secreto del mensaje se vio cumplido, en opinión de algunos visionarios, con las explosiones nucleares de Nagasaki e Hiroshima en 1945; la conversión de Rusia se habría confirmado, según estos observadores, con la caída del muro. de Berlín en 1989; y el último secreto se traduciría en las trágicas guerras desatadas en África, donde los movimientos comunistas tuvieron una decisiva participación para conseguir la liberación de los colonizadores. El misterio parece finalmente resuelto, pero sus interpretaciones aún darán mucho que hablar. Un portavoz de la Santa Sede no quiso comentar la información publicada en Lisboa, alegando que aún no se conocía en Roma el texto exacto del reportaje (portada y cinco páginas). Los especialistas portugueses han apostado por la prudencia después de años de especulaciones, y la hermana Lucía se mantiene en silencio a pesar de que, desde hace años, se encuentra dispensada de guardar el misterio.

El tercer secreto de Fátima sólo podía ser divulgado después de 1960 por la hermana Lucía (los otros dos jóvenes murieron dos años después de la aparición, víctimas de una grave epidemia de gripe) o antes de esa fecha si la vidente hubiese muerto, según el expreso deseo de la Virgen de Fátima. Por ese motivo, Lucía de Jesús,, con autorización divina, entregó el 17 de julio de 1944 a la Iglesia portuguesa un sobre lacrado que contenía el secreto. Nadie lo abrió en Portugal, y diez anos después fue enviado al Vaticano a petición del papa Pío XII.

A partir de 1960, la Santa Sede fue retrasando su divulgación por razones políticas que aconsejaban guardar el misterio. Las dificultades de la dictadura salazarista para conservar sus colonias africanas y la supuesta influencia procomunista durante la revolución del 25 de abril justificaron el silencio de la Santa Sede, que convirtió el caso en un enigma sacrosanto.

El próximo 28 de marzo, Lucía de Jesús, que durante años transitó por diversos conventos españoles, cumplirá 90 años. En el convento del Carmelo en Coimbra todos esperan que el misterio sea desvelado finalmente de su propia voz.

El padre Luis Kondor explica que "Lucía no está aquí secuestrada ni tiene prohibido hablar". "Lucía de Jesús", dice la madre abadesa, "es muy alegre, le gusta hablar con todo el mundo, no come carne y se enfada e irrita con mucha frecuencia; no es ninguna beatita ni ninguna santa".

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