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GENTE

REAL DESAPARICIÓN

Aunque no se tienen los detalles del cómo, ayer se supo que en la localidad holandesa de Apeldoorn alguien había sustraído un cuadro que había pintado en 1922 la entonces reina Guillermina, abuela de la actual, Beatriz, también conocida por sus dotes artísticas. El óleo, de pequeñas dimensiones y firmado con una anónima W. -la inicial del nombre de la soberana en holandés-, formaba parte de una exposición de 3.000 pinturas, que su propietario quería vender con fines benéficos. La única obra de la que había decidido no desprenderse era la que ahora le han robado, adquirida dos años atrás en la galería Christie's por 700.000 pesetas. El cuadro estaba colgado en la sala tan sólo como reclamo. De nada le han servido a su propietario las precauciones contra el posible robo, porque la compañía aseguradora ha advertido ya que el contrato sólo hablaba de cubrir las pérdidas si le robaban la pintura en casa.-

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