González propone que los 'barones' no estén en la nueva ejecutiva

El peregrinar de los socialistas hacia su 34º congreso, que previsiblemente se adelantará a junio próximo, comienza oficialmente hoy con una reunión de la ejecutiva en la que, además de resolver la incógnita de la fecha, se dibujará el boceto de la ponencia política y el tipo de estructura orgánica más operativo para intentar recuperar el poder. El líder del PSOE, Felipe González, ha adelantado a su entorno que prefiere una ejecutiva muy reducida, que pase de los actuales 35 miembros a unos 11, y sin barones regionales.

Felipe González pretende adelgazar la ejecutiva del PSOE para que sea más operativa en el día a día y se convierta en un órgano de decisión y no de debate. Con esa finalidad, y para reubicar a los barones regionales y a otros dirigentes históricos que se caerían de este proyecto, el secretario general propone la creación de una comisión política, un consejo intermedio entre la ejecutiva y la comisión federal.Esta última hipótesis de traba o, que el secretario de organización, Ciprià Ciscar, planteará a los delegados para discutirla en el congreso, presenta muchas dificultades. Entre ellas, la oposición de algunos de los dirigentes territoriales, que se encuentran mayoritariamente entre los 25 vocales llamados a desaparecer: Manuel Chaves, José Bono, Joan Lerma, Abel Caballero, Ramón Jáuregui, Jesús Quijano o Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Otro debate por resolver es la selección de los nombres que compondrán la ejecutiva. El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, lanzará hoy el reto de que González renuncie a la tarea de confeccionar la lista. Varios dirigentes territoriales se han pronunciado en este sentido, en parte para evitarle a su líder indiscutible el desgaste "político y personal de poner y quitar nombres", incluido el de Alfonso Guerra, actual vicesecretario general, que ha denunciado una conspiración para quitarle de la ejecutiva.