González reclama una ejecutiva muy reducida y que los 'barones' se vayan a un consejo político
La larga marcha de los socialístas hacia su 34º congreso, previsiblemente en junio próximo, comienza hoy con una sesión de su ejecutiva que pretende establecer no sólo la fecha. También se abordará el esbozo de la ponencia política que debe conducir al partido hacia el nuevo siglo y, lo importante, el tipo de estructura orgánica más operativo para intentar recuperar el poder. El líder indiscutible del PSOE, Felipe González, ya ha expresado en su entorno sus preferencias: quiere una ejecutiva muy reducida, que pase de los actuales 35 miembros a unos 11, y que los barones se vayan a un consejo político.
Si Felipe González, secretario general del PSOE, ve satisfecho su deseo de que la próxima ejecutiva de su partido no tenga más de 15 miembros, preferiblemente entre 11 y 12, pujará por crear a cambio una comisión política en la que tendrían cobijo todos los dirigentes regionales y líderes del partido que, por tener otras ocupaciones, quedarían excluidos de estar en el día a día de la nueva dirección. es decir, pocos y sin barones.La creación de este nuevo órgano que defiende González figurará como hipótesis, "para que deliberen los delegados en el congreso", en la ponencia de organización que elaborará el actual titular de esa parcela, Ciprià Ciscar.
González ha llegado a preguntar abiertamente cuál sería la cifra menor de miembros que podría tener la nueva ejecutiva. Cuando se le respondió que 17, respondió que todavía le parecían muchos. Actualmente son 35. Anecdóticamente, al líder del PSOE le gustaría que todos pudiesen caber en la pequeña sala de juntas del partido y que no tuviesen que celebrar en la grande de los comités federales. Para ser más operativos, para trabajar todos los días en la sede de la calle Ferraz e incluso para escucharse mejor y sin tanto micrófono. El objetivo es reproducir el modelo de la permanente actual: el presidente (Ramón Rubial), el secretario general, el vicesecretario y los ocho secretarios de área con cartera.
La tesis de reducir la ejecutiva parece ampliamente compartida. Otra cosa es la idea de montar un órgano intermedio entre la ejecutiva y el comité federal. En esa nueva comisión política, a la que pasarían los 25 vocales actuales de la ejecutiva, se quedarían barones regionales tan importantes como Manuel Chaves, José Bono, Joan Lerma, Abel Caballero, Ramón Jáuregui, Jesús Quijano y Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
El presidente extremeño, el guerrista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ya ha manifestado públicamente su renuncia a continuar en ese puesto. Otros dirigentes autonómicos, sin embargo, se oponen a apartar de la ejecutiva a los pocos cargos del partido con poder real en la sociedad. Imponer este proyecto parece más complicado. Fuentes próximas a González admiten esas dificultades.. Si finalmente esta iniciativa no prospera y la ejecutiva fuese superior a 20 componentes, González descartaría la creación de ese nuevo consejo político.
Otra cuestión son los nombres y apellidos a meter en su proyecto de pequeña ejecutiva. En cualquier caso, hay más candidatos que sillas. Relevantes dirigentes territoriales se han pronunciado ya a favor de apartar a Felipe González de esa refriega, y así lo sostendrán hoy durante la ejecutiva. Pretenden evitarle el coste personal y político de mojarse a favor o en contra de nadie. No sólo sobre la continuidad de Alfonso Guerra.
Así parece encaminada la propuesta formulada el sábado por José Bono, presidente de Castilla-La Mancha, a este periódico al pedir a González "que renuncie voluntariamente a confeccionar" la ejecutiva y deje esa responsabilidad a los delegados.
Tras la propuesta de Bono hay dirigentes socialistas que interpretan el legítimo derecho del presidente castellano-manchego de defender a González al tiempo que promueve su propia carrera política. Otros, los más radicales antiguerristas, apostillan además que es bueno apartar de esa pelea al ex presidente del Gobierno porque éste siempre tiende al final, por razones humanas y afectivas, al pacto y a la negociación con Alfonso Guerra.
Ponencia marco
La ejecutiva del PSOE, en cualquier caso, designará hoy al grupo de personas a quienes corresponderá confeccionar la ponencia marco del próximo congreso, aunque ya se encontrarán sobre la mesa un boceto extenso elaborado por teóricos cercanos o pertenecientes al PSOE.La ejecutiva fijará hoy la fecha del próximo comité federal, previsiblemente el 22 de febrero, cita en la que se dará conformidad a la convocatoria del congreso y a la que sus miembros llegarán ya con las objeciones al borrador de ponencia marco. Un texto que se nutrirá de las ideas expuestas previamente por una comisión de cinco o seis personas, encabezadas por el secretario de Estudios y Programas, Joaquín Almunia, y en la que estarán Carlos Alonso Zaldívar, Jorge Sevilla, Inés Alberdi y Enrique Guerrero. Las parcelas de esa ponencia son internacional, modelo de Estado, política económica, desigualdades y análisis del cambio político, errores cometidos y estrategia para recuperar el Gobierno. La parte más política y comprometida llevará la firma de Guerrero, ex secretario general de Relaciones con las Cortes.
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