Dirigentes de CiU admiten que se preparan para una eventual ruptura

La desconfianza entre Convergència y su socio Unió ha llegado a un punto en el que cada uno asegura que quiere mantener la alianza pero, al tiempo, prepara la separación. Tanto el secretario general de Convergència (CDC), Pere Esteve, como el presidente de Unió (UDC), Joan Rigol, realizaron ayer rotundas declaraciones en pro del mantenimiento de la coalición. Pero Esteve admitió que ha dado órdenes para que as organizaciones de CDC se preparen para ir solitario a las elecciones municipales.

Convergència ha empezado a aplicar diligentemente la consigna dada por su presidente, Jordi Pujol, de reforzar al partido. Y a sacar las consecuencias pertinentes de los preparativos que sus aliados democristianos de Unió realizan para el caso de tener que presentarse por separado a las elecciones municipales.Esteve dio instrucciones el lunes a los cuatro presidentes de las organizaciones intercomarcales del partido, al de la ciudad de Barcelona, Artur Mas, y al secretario de organización, Felip Puig, para que empiecen a preparar las próximas elecciones municipales como si tuvieran que hacerlo sin Unió.

El secretario general convergente declaró que es cierta la información que sobre esta reunión publicaba ayer La Vanguardia. No obstante, acompañó este reconocimiento de una reafirmación de la voluntad de mantener en pie la coalición. "Tanto Convergència, como el presidente [Pujol], como yo mismo somos contrarios a la ruptura de la coalición".

Tanto en Unió como en Convergéncia existe el convencimiento de que la hipotética ruptura de CiU comenzará, si se produce, en unas elecciones municipales, que ahora mismo son las primeras en el calendario electoral. La preparación de los comicios locales ha registrado una conflictividad creciente en la coalición a medida que Unió ha ido ampliando su implantación territorial. Esteve dio un paso más y advirtió que si los dos partidos no pueden ir juntos a las elecciones municipales, tampoco podrán hacerlo en las autonómicas y legislativas. "No creo que puedan considerarse separadamente unas elecciones de otras", afirmó.

El conocimiento de los preparativos que realiza la dirección de Convergència alarmó sobremanera a los principales dirigentes de Unió. Además de Rigol, el secretario general, Ignasi Farreres, y el líder del partido, Josep Antoni Duran Lleida, reaccionaron proclamando su firme decisión de mantener la coalición. Pero también admitieron que se halla en una situación peligrosa. "Personalmente estoy muy preocupado porque estamos jugando con fuego", dijo Rigol a Catalunya Ràdio. "Estamos mentalizando a nuestra gente de que esto [la ruptura de la coalición] es casi irremediable y cuando queramos pararlo nos costará mucho", añadió. En el mismo sentido se pronunció Farreres. Según él, la dinámica en que se hallan Unió y Convergència puede compararse con la del pequeño movimiento "que genera una bola de nieve cada vez más grande".