Los ritos ancestrales reviven en Fresnedillas

"El 20 de enero, al forastero, la guarrona y el escribano les sacarán el dinero". La hilandera o guarrona vestida con un traje amarillo de amplio escote, recitaba esta rima ayer mientras acariciaba de forma grosera y descarada al forastero para sacarle los cuartos. Es la Fiesta de la Vaquilla en Fresnedillas de la Oliva (639 habitan tes). Un festejo ancestral, de origen desconocido y pagano, aun que por superposición de ele mentos religiosos y culturales, se celebra el día de san Sebastián.Según la leyenda, un foráneo llegó al pueblo y asustó a una vaca, que huyó pisoteando los huertos. El forastero tuvo que pagar los destrozos. Los personajes de la Vaquilla (además del que se enfunda dos cuernos y hace de animal) son: los mozos o judíos (que representan al pueblo y cargan dos cencerros a la espalda que evitan que la vaca escape), el alcalde y el alguacil (la autoridad), y el escribano y la hilandera (los personajes grotescos que con humor intimidan a los forasteros y les sacan el dinero).

Ayer, 50 mozos corrían meneando los cencerros y ensordeciendo al pueblo. "Si hubiera sabido cuánto pesan los cencerros no me los habría puesto", comentó jadeante Paco, judío de 28 años, tras la carrera. Los mozos protagonizaron ayer un día apretado: a las 8.30 horas corrieron el aguardiente (persiguen a alguien y luego le obligan a pagar copas de aguardiente). A las 10.00 corren la vaca. A mediodía ofrecen con la boca monedas al santo, encierran la vaca y comen hasta las cuatro. Luego matan al animal y se dan una gran cena con el dinero recaudado a los forasteros. Hoy serán los casados os que harán de judíos.