_
_
_
_
_

Rebelión en el templo

500 feligreses impiden el derribo de una parroquia ordenado por los jueces

La piqueta municipal topó con la iglesia. Más en concreto, con sus feligreses. Medio millar de fieles de la parroquia de Nuestra Señora de las Fuentes, en el barrio del Pilar (Fuencarral), se concentraron ayer junto a este templo para impedir que el Ayuntamiento de la capital derribase su altar central por orden del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La sentencia judicial, de junio de 1993, da la razón a dos vecinos de la finca contigua, en la calle de la Villa de Marín, 41, que pleitearon por considerar que la licencia de obra concedida a la iglesia por el consistorio no respeta la distancia exigida respecto a su bloque.El arzobispado, a su vez, ha presentado otra demanda -aún sin resolver- contra la finca en la que han surgido las quejas, una torre de 14 pisos, "por ocupar terrenos del templo".

A las diez de la mañana de ayer, medio millar de feligreses, entre ellos un grupo de niños, ocupaban el atrio y las inmediaciones del templo, construido en 1988 con fondos de los creyentes de esta zona acomodada.

Los funcionarios del departamento municipal de Protección a la Edificación que debían ejecutar el derribo llegaron, vieron y se fueron. "Con toda esta gente aquí no podemos actuar, y así se lo contaremos al juez", explicaba su jefe, Fernando Macías.

El tribunal establece que entre el templo y el bloque de pisos debiera haber 12,62 metros de distancia y sólo hay 7,22 metros. La sentencia no se ha ejecutado hasta ahora, según Javier Dorca, abogado de los recurrentes, por la propia lentitud de los procedimientos contencioso-administrativos y por los numerosos escritos presentados por el consistorio y el arzobispado, que, inexplicablemente, no recurrieron la sentencia a tiempo.

Licencia de 1988

El arquitecto Ángel Sánchez-Bernuy y el aparejador Jesús Arellano, responsables de la construcción de la iglesia, esgrimen que respetaron la licencia municipal concedida en 1988, cuando gobernaba el PSOE.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Y argumentan que, según estudios topográficos posteriores, es la torre de pisos la que invade el solar del templo. "Al iniciar la obra nos pareció que al terreno de la iglesia le faltaban metros, pero seguimos adelante; tras la sentencia, volvimos a investigar", añaden.

"Si la torre estuviera construida a la. distancia reglamentaria de la parcela de la parroquia, la separación entre ambos edificios cumpliría la normativa y no habría que demoler nada", matizan estos técnicos. "Creíamos que el juez iba a esperar a que se resolviese nuestra denuncia antes de ejecutar la otra sentencia", concluyen.

El gerente municipal de Urbanismo, Luis Rodríguez-Avial, asegura que se podría llegar a una solución si los vecinos afectados rebajaran sus exigencias económicas, según informa Europa Press. Indica, asimismo, que se había logrado un principio de acuerdo antes de Navidad, pero que los demandantes elevaron sus pretensiones.

Abdón Rodríguez Doblado, uno de los recurrentes, asegura que llevan años "luchando contra la prepotencia y con un muro delante de nuestras casas que ni Hitler se lo hubiera puesto a los judíos". Niega que hayan recibido ofertas serias de indemnización por parte municipal. "Como mucho, alguna llamada telefónica que más se podría tomar como agravio", dice.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_